Escrito de las Asociaciones Europea y de EEUU de etanol a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD)
El Honorable Ángel Gurria
Secretario General
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
2, rue André Pascal
F-75775 París Cedex 16
Francia
Estimado Sr. Secretario General:
Como representantes de la industria mundial productora de etanol, tenemos gran inquietud respecto al asunto relacionado con la libertad de publicación sobre el desarrollo global de combustibles biológicos por parte del presidente de la mesa redonda sobre el persistente desarrollo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este documento no lo hizo público la OCDE, en cuyo sitio web no se encontraría nunca tal documento, sino que fue publicado por un tercero con un orden del día sobre antietanol. Aún cuando incluye el rechazo de "no reflejar necesariamente los objetivos de la OCDE ni del gobierno de sus países miembro", este documento se ha descrito en los medios de comunicación como un informe de la OCDE ("Combustible biológico nocivo y perjudicial, informa la OCDE", Globe and Mail, 11 de septiembre de 2007). A pesar de todo, no se han obtenido declaraciones oficiales por su parte o por parte de otras personas autorizadas que pertenezcan a la OCDE en las que se explique que este informe no refleja los objetivos o la política de la OCDE.
En particular y como un hecho inquietante, este documento no autorizado en potencia no justifica sus argumentos, ocupa en su mayor parte una sola cara y aparentemente entra en conflicto con la postura anterior de la OCDE que se basa en los combustibles biológicos como componentes que reducen los gases de CO2. En pocas palabras, ya sea intencionadamente o no, el imprimátur de la OCDE aparece en el documento en cuestión y la OCDE ahora tiene que responsabilizarse de lo que viene a ser una evaluación parcial de la expansión de la producción y el consumo mundial de combustibles biológicos renovables. Por lo tanto exigimos, con todos los respetos pero de forma urgente, que la OCDE rechace este informe en concreto ya que no refleja la política oficial de la organización.
Hace solo dos años, el OCDE Observer publicó un artículo que decía "el aumento del uso de los combustibles biológicos puede mejorar la seguridad energética, reducir en gran medida los gases producidos por el efecto invernadero así como gran cantidad de emisiones contaminantes, y mejorar el rendimiento de los vehículos. Asimismo, su producción puede además incrementar el desarrollo económico rural." Entretanto, este artículo también incrementó las cuestiones relacionadas con el uso de los terrenos, los efectos en la agricultura, la alimentación y los costes, y terminaba con lo siguiente: "En vista de todos estos beneficios, no es de extrañar que gran número de países pertenecientes a la AIE (Agencia Internacional de la Energía), entre ellos EE.UU., Canadá, varios países europeos, Australia y Japón, se encuentren en proceso de consideración, o hayan adoptado ya medidas que podrían derivar en un uso de combustibles biológicos considerablemente alto durante la próxima década". Para finalizar, y con algo no menos importante, este artículo decía: "Si todas estas medidas y objetivos se ponen en práctica, el uso de los combustibles biológicos podría llegar a convertirse en más del doble del uso mundial en los próximos cinco años aproximadamente. Si bien, esto viene a significar un consumo de etanol correspondiente en gasolina de sólo el 4% ó el 5%, lo que resultaría un avance enorme en una industria petrolera que no ha conocido verdadera competencia en más de un siglo".
Algo parecido ocurrió en abril de 2004 con un informe oficial de la OCDE: "Polémica asombrosa sobre las medidas tomadas en el cambio climático: nuevos acontecimientos y largos debates", decía el documento, "En la última mitad de siglo, los sistemas de transporte podrían quedar dominados por vehículos, embarcaciones y aviones con emisiones de CO2 de bajo nivel. Esta situación podría hacer llegar el descubrimiento de una nueva fusión de tipos de vehículos: vehículos con una célula combustible impulsada por hidrógeno, vehículos eléctricos, vehículos impulsados por combustibles biológicos y aviones impulsados por hidrógeno. El hidrógeno, los combustibles biológicos y la electricidad utilizados en el transporte podrían ser producidos con casi cero (0) emisiones de CO2 adaptados a los vehículos". Este informe también decía: "Los combustibles biológicos pueden ser utilizados también como sustitutos de la gasolina. Con estas posibilidades, estos elementos ofrecen ventajas significativas para la seguridad energética al igual que constituyen un posible nuevo potencial para ser aplicado en el desarrollo de la agricultura".
Con la publicación de este documento sin el consentimiento de la OCDE aparentemente, fue desconcertante el hecho de que no se apreciaran muchos de los cambios que están teniendo lugar con una rapidez extraordinaria sobre la producción, el transporte y el consumo de combustibles biológicos.
A medida que nos adentramos en esta terrible situación de potencial "escasez alimenticia", el documento en sí deja de apreciar el significativo aumento de la productividad por acre. En EE.UU., por ejemplo, las cosechas de maíz norteamericanas por acre se han duplicado durante los últimos 30 años. Y lo que es más importante aún, esto ha ocurrido con reducidas contribuciones por acre.
Este documento está desprovisto de análisis reales sobre los factores que afectan a los precios de los productos, siendo el más importante de todos la energía. En EE.UU., el alto coste de la energía ha tenido un efecto mucho más importante que el mero hecho de que el maíz tenga un precio más alto, con un margen de dos a uno.
El documento no refleja en ningún momento una evaluación realista de lo que está ocurriendo con el precio del grano y de otras existencias alimenticias combustibles biológicas. En Europa, por ejemplo, la producción de combustibles biológicos consume sólo el 1,5% del grano. Sin embargo, el precio se ve aumentado, lo cual se basa de forma clara en un número de factores distintos que se encuentran dentro de un mercado global, como son: la fuerte demanda de China, la sequía existente en Australia (un resultado del calentamiento global sobre el que habría mucho que discutir) y la especulación por parte de los inversores.
En Estado Unidos, cuando el precio del maíz subió inicialmente y alcanzó su punto máximo en enero, posteriormente decreció en un 40%. Y podemos preguntarnos: ¿por qué? La razón es que las fuerzas del mercado han contestado, los agricultores han plantado más maíz y esperan obtener una buena cosecha.
El documento parece pasar por alto la razón de por qué la OCDE y otras naciones han decidido proseguir con los combustibles biológicos en primer lugar, a saber si será con el fin de reducir el consumo de petróleo, que contribuye poderosamente al calentamiento global, cuyas principales áreas de producción se encuentran en el cambiante oriente medio y cuyos precios están controlados por un cártel internacional.
En este papel aparece implícita la creencia de que el planeta puede continuar confiando en el petróleo para sus necesidades de combustibles líquidos. Sin embargo, el precio global del petróleo está actualmente a 80 dólares el barril, y dada la situación emergente del mercado, es muy probable que siga en ascenso. Los incentivos proporcionados por los países de la OCDE así como por parte de otros contribuyen en el balance del campo de juego y animan a los inversores a financiar una nueva industria en desarrollo.
El papel en entredicho contempla además todos y cada uno de los incentivos que han existido y que continúan constituyendo una contribución a la producción de petróleo. Sin llegar a comparar los beneficios recibidos por las compañías productoras de petróleo, resulta difícil realizar una comparación equitativa al observar los incentivos para los combustibles biológicos en un vacío de medidas energéticas.
La afirmación de que existen problemas tecnológicos y económicos con los combustibles biológicos con celulosa o de segunda generación resulta particularmente inquietante. Los autores no aportan corroboración alguna de sus afirmaciones ni reconocen la existencia de una compañía de la Unión Europea y otra en Canadá que actualmente ya producen etanol con celulosa, ni siquiera mencionan dato alguno sobre las compañías estadounidenses y de la Unión Europea que están en vías de construcción.
Para finalizar, el documento no contempla los esfuerzos que actualmente se efectúan con el fin de establecer una normativa eficaz, efectiva y válida internacionalmente referente a la sostenibilidad de los combustibles biológicos. Tanto las iniciativas unilaterales (varios estados miembro de la Unión Europea) como las multilaterales (mesa redonda sobre los combustibles biológicos sostenibles) mantienen la promesa de una normativa internacional aplicable a la biomasa sostenible y la producción de combustible biológico en un futuro muy cercano que salvaguarde la biodiversidad y que garantice la reducción de emisiones de GHG (procedentes de la combustión de combustibles fósiles).
Desafortunadamente, la OCDE ha consentido esta publicación con el fin de recibir una cobertura difundida por los medios de comunicación en un momento en el que países de todo el mundo buscan una alternativa a los problemas económicos y medioambientales provocados por la dependencia del petróleo. Brasil, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y otras naciones se han dado cuenta de la importancia de los combustibles biológicos como medio para reducir los gases que producen el calentamiento global y consolidar la seguridad energética. Es necesario poseer una aproximación equilibrada del desarrollo de nuevas fuentes de energía, especialmente de fuentes de energía renovable, pero también debemos ser realistas.
Señor Secretario General, basándonos en lo mencionado anteriormente, rogamos rechace públicamente el consentimiento por parte de la OCDE del documento en cuestión; que, de manera convincente, afirme que fue hecho público por una tercera parte y no por la OCDE; que la dirección y gobierno de la OCDE apoya y fomenta encarecidamente el desarrollo de los combustibles biológicos como medida para encaminar la solución de los problemas de calentamiento global y seguridad energética.
Con la esperanza de que exista una energía más sostenible en el futuro, reciba nuestros más cordiales saludos.
Atentamente,
Bob Dinneen (Renewable Fuels Association)
Rob Vierhout (eBIO)
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