Una realidad sin magia
Hace varios días que el centro de atracciones se ha desplazado a los EEUU. El elenco oficial completo se encuentra en plena campaña rodando los capítulos de la serie con que estiman elevar la preferencia en las encuestas de la Sra. Kirchner.
Realidades mágicas como presentación de una Argentina maravillosa, movida por un acento cultural, una sociedad agradecida por la gestión presidencial que se ha venido llevando a cabo en los últimos cuatro años con logros extraordinarios de bonanzas económicas y futuros promisorios en los que estarán presentes la paz y la armonía.
Tierra generosa, colmada de oportunidades en la que el famoso cineasta norteamericano Francis Ford Coppola fue alcanzado por una realidad sin magia que es soportada por millones de argentinos, esa inseguridad de todos los días que no privó a Coppola de vivir una desagradable experiencia.
Forzando las puertas de su productora varios delincuentes agredieron a sus empleados sustrayendo varias computadoras y con ellas el trabajo de quince años del cineasta, labor que correspondía al guión de su nueva película, mostrando de esta forma la vulnerabilidad de quienes habitan en este suelo.
Una inseguridad que es compartida con la anarquía que desborda las calles, plazas y cualquier espacio público disponible, donde las huestes de violentos realizan sus puebladas violando las libertades de los que han decidido vivir de un trabajo digno, estudiar o ejercitar algo que la Constitución Nacional garantiza, el derecho a transitar libremente, que ha sido usurpado por todos aquellos que se les ocurrió protestar, gritar, patalear, destruir la propiedad pública o privada y lapidar a las fuerzas de seguridad por que supuestamente están en su derecho de acuerdo al discurso oficial.
La noticia del robo al Señor Coppola rápidamente dio la vuelta al mundo, innumerables medios escritos y televisivos en todas las latitudes hicieron conocer la inseguridad que sufren quienes viven en estas tierras, algo que contrastó con la poca o nula repercusión que en esos mismos medios tuvo la visita presidencial a la Gran Manzana.
Un hecho de esta naturaleza debe haber generado en New York preguntas incómodas a la Señora Cristina, no sabemos si las habrá evitado o si las ha respondido desde esa particular visión hegeliana que la caracteriza, pero entre tantos papelones que le hace una mancha mas al tigre.
Seguramente alguien le habrá explicado al cineasta que lo suyo es solo una "sensación", que debe comprender que detrás de esos delincuentes que le robaron existe una "problemática social" y que por supuesto, como corresponde a un gobierno consustanciado con la defensa de los derechos humanos, no debe esperar que se reprima este tipo de delitos.
Autor: Susana Sechi
Directora de La Historia Paralela
Email: susanasechi@gmail.com
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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