| Mark González, el hombre del gol que le regaló un castillo a su madre | | Lunes 21 de Junio de 2010 | | Fuente :La Segunda | | Farandulero reconocido, su actual pareja es la bailarina Maura Rivera, le gusta vestir de Armani y maneja un Hummer. Actualmente milita en un club ruso y está entre los cinco jugadores chilenos que más ganan en el extranjero. | | Tuvo que ser Mark González, el único seleccionado que ha vivido en Sudáfrica, el que convirtiera el gol que llevó a Chile a las alturas del triunfo y lograra mantener en alto la esperanza de pasar a segunda ronda.
Y él, orgulloso y enamorado, dedicó el gol a su actual polola, la bailarina Maura Rivera, cuando a las cámaras que lo enfocaban en el estadio Nelson Mandela dijo un "te amo" mientras a la vez tiraba un beso a las graderías donde estaba ella. Más tarde, en su declaraciones a la prensa, dedicó el triunfo a su familia y a los chilenos.
"Pelado" le dicen en su familia y también "Chico Mark", porque de niño era bajo, pero ahora desplegó su 1.76 en la cancha con el número 11 en la camiseta de delantero. Igual más bajo que cualquiera de los suizos que hoy derrotamos en la cancha.
Con 25 años, exhibe una exitosa carrera en clubes europeos (Albacete, Real Sociedad, Sevilla y Betis en España; Liverpool de Inglaterra) y actualmente milita en el CSKA de Rusia. Está entre los cinco chilenos que juegan en Europa mejor pagados. Su renta es cercana a 1.2 millones de dólares al año.
Y no es nada de egoísta. A su madre le regaló nada menos que el castillo Ansaldo ubicado en Recreo, en Viña del Mar, cuando ella quedó prendada de la mansión después de verla en la teleserie Cerro Alegre. Mientras, el jugador maneja un Hummer H2, un vehículo que cuesta más de $60 millones y que inicialmente fue diseñado para la guerra. Por si fuera poco, para hacer sus propias fiestas Mark instaló una discoteca en el sótano de su casa en Recreo al ritmo de la música que tanto le gusta: electropop europeo y todo lo que sea música pegajosa y movida.
Ah, Armani es su diseñador favorito.
Y si bien es católico, dicen que después de una lesión grave que tuvo, acudió a un brujo para tratarse el... mal de ojo.
Su destino estuvo desde siempre ligado al fútbol. Nació en Durban, donde vivió hasta los 10 años y su primera lengua fue el inglés. Su padre, Raúl, ex jugador de Wanderers y Palestino, partió en los 80 con una legión de futbolistas criollos al incipiente fútbol profesional que se jugaba en Sudáfrica en medio del apartheid. De aquellos tiempos el propio Mark ha dicho que "Nunca vi fútbol, lo que vi fue racismo".
Estudió regularmente sólo hasta Octavo Básico
Su regreso a Chile (1994) fue a la casa de los abuelos maternos en el cerro San Bernardo de Valparaíso, junto a sus tres hermanos, debido a la separación de sus padres.
Comenzó a jugar en el Unión Santa Elena porteño, donde se hizo conocido por su singular habilidad y velocidad. En 2002, a los 18 años, debutó en el primer equipo de la Universidad Católica.
Fueron años difíciles, porque muchas veces no había plata para que pudiera viajar a entrenar a Santiago, y la UC terminó becándolo, relató la madre a "La Segunda".
Alcanzó a estudiar regularmente sólo hasta Octavo Básico, porque luego se vino a Santiago y terminó la media dando exámenes libres.
En la farándula nacional ha sido vinculado a modelos y vedettes, como la argentina Gisela Molinero y la brasileña Claudia Rocha. Incluso fue parte del trío que en Dublín hizo noticia por una noche de farra.
Ahora está junto a Maura Rivera, quien en febrero pasado, pese a tener un contrato vigente con Chilevisión, decidió armar sus maletas e irse a vivir con Mark a Rusia.
Pero en este minuto en realidad no importa lo que haga o deje de hacer Mark en sus horas libres. Fue el hombre que le dio el triunfo a Chile, ya pasó a la historia por el fútbol.
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