Peter Kenny, de Knight Equities, escribe uno de los reportes más leídos de Wall Street
Crisis fiscal en EEUU "enviaría al mundo a un reequilibrio"
El economista confía en que al final habrá un acuerdo para recortar el déficit, porque las consecuencias de un quiebre serían tan devastadoras para la economía que nadie lo podría permitir.
Por Renato García
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, recibió ayer a un grupo de senadores y representantes demócratas y republicanos para buscar un acuerdo sobre el presupuesto. La necesidad de un acercamiento es urgente, como quedó demostrado en abril, cuando S&P rebajó la perspectiva crediticia de la mayor economía del planeta argumentando su incapacidad para implementar un plan coherente para recortar el déficit fiscal. Pese a ello, los observadores en Washington dudan de que la reunión vaya a arrojar resultados a corto plazo. Mientras tanto, la fecha estimada para que la deuda del gobierno supere el límite permitido por ley, el 2 de agosto, se acerca rápidamente.
Peter Kenny asegura que la actual situación fiscal es la peor que haya visto en toda su vida, pero el director de ventas institucionales de Knight Equities, que durante 25 años se desempeñó en el piso de operaciones de la Bolsa de Nueva York, está convencido de que al final habrá acuerdo, porque más allá de las diferencias entre gobierno y oposición, el efecto de un colapso fiscal sería tan devastador que ningún bando lo podría permitir. "Incluso los derrochadores más liberales, los más disipadores en Washington, están ahora planteando propuestas para reducir el déficit", destaca el autor de Kenny's Commentary, uno de los reportes financieros más seguidos en Wall Street.
- ¿Qué pasaría si después de rebajar la perspectiva, S&P eventualmente recortara la calificación de EEUU? - Eso mandaría al mundo a un reequilibrio, a una profunda caída. Si eso ocurriera, tendría un enorme impacto en la recuperación global.
- ¿Volvería a una recesión? - Sí.
- ¿Qué tan seria sería? - Eso dependería de qué tanto se rebajara la calificación. Pero si cayera por debajo de AAA aumentaría el déficit y el costo de mantener el déficit, porque las tasas tendrían que subir para compensar por la baja en la calificación.
- ¿Y el resto del mundo? - Tendría un efecto muy negativo en la economía global pero hay algunas regiones que sufrirían más. EEUU es el mayor importador de productos chinos. Si nuestro apetito por productos chinos se secara tendría un efecto muy negativo para la economía china.
- ¿A través de qué otras vías se contagiaría este impacto al resto del mundo? - A la caída en la demanda por productos terminados se sumaría la baja en la demanda por materias primas, en otras palabras el comercio global se contraería. Habría una contracción en los ingresos por comercio y en las manufacturas basadas en el comercio. También haría subir la inflación mundial.
- ¿Cómo? - Porque el dólar sigue siendo la moneda de reserva del mundo. Y el dólar es la base de un problema inflacionario, porque el gobierno federal ha estado gastando tanto más de lo que realmente tiene.
- ¿Y el dólar perdería su estatus como moneda de reserva? - Esa es una posibilidad muy real. Eso tendría un enorme impacto en la demanda por dólares, y eso haría que perdiera incluso más valor.
- ¿Y qué pasaría si el mundo perdiera al dólar como moneda de reserva? - Sería reemplazado por otros.
- ¿El euro? - Posiblemente. No estoy seguro de qué tan realista sea eso.
- Pero tras el anuncio de S&P, las tasas de los bonos del Tesoro cayeron, porque muchos buscaron refugio en estos papeles. Pareciera que no hay alternativas al dólar. - Es un buen punto. Pero en el último tiempo hemos visto a muchos bancos centrales irse a oro.
- EEUU mantiene su gran déficit y China sigue acumulando reservas. Parece que los grandes desequilibrios globales que llevaron a la crisis no han cambiado… - Ese es el problema, porque eso podría seguir creciendo por siempre y cuando lleguemos al punto de quiebre significaría un ajuste muy desafiante para todos los involucrados.
- Si el congreso no eleva el techo de la deuda antes de que se supere el límite EEUU caería en un default técnico. ¿Cree que eso es sólo una manera de decir, o piensa que tendría efectos reales? - Creo que es más que algo técnico. Afectaría el panorama global, el precio global de los bonos del Tesoro, así que incluso si no estuviéramos realmente en default tendría un efecto muy indeseable. Y haría que reducir el déficit fuera mucho más difícil.
- ¿Es factible un acuerdo por el presupuesto entre Republicanos y Demócratas? - Diría que las posibilidades son buenas porque incluso los derrochadores más liberales, los más disipadores en Washington, están planteando propuestas que reducirían el déficit en al menos US$ 1 billón (millón de millones). El presidente Obama inicialmente planteó un presupuesto para reducir el déficit en US$ 1 billón en la siguiente década. Ahora está planteando US$ 4 billones en los próximos doce años. Los republicanos quieren US$ 6 billones. Así que las cifras indican que la conversación en Washington está ahora comenzando a enfocarse en los motores de largo plazo de la deuda federal, específicamente Medicare, Medicaid y Seguridad Social, esos son los tres grandes programas de gastos. Tendrán que se rediseñados, reducidos, con fuertes recortes en defensa, y recortes aún mayores en los gastos discrecionales.
- ¿Incluso con las elecciones presidenciales el próximo año? - Me atrevería a decir que esto es precisamente lo que va a hacer falta para ser elegido. La rebaja de S&P en la perspectiva es lo que va a gatillar el paso a la cordura en Washington.
- El recorte del gasto ayudará a evitar una crisis fiscal, pero el presidente Obama ha advertido que un ajuste muy rápido también puede empujar a la economía a una crisis. - Mucha gente diría que tiene razón, que si el mayor contratista en un país recorta su apetito por servicios contractuales y materiales, debería tener un significativo impacto.
Pero la tesis es que en cada lugar donde el gobierno se retire, será una oportunidad para que el sector privado entre. Y gran parte de eso está impulsado por un modelo del que estamos comenzando a ver un éxito bastante significativo acá en EEUU, que es el concepto alianza público privado, donde un gobierno, ya sea central o local, se asocia con un emprendimiento privado, para proveer el mismo servicio que antes ofrecía el gobierno por sí sólo, pero con la ventaja de usar los medios privados para levantar capital y la experiencia privada para manejarlo de manera más eficiente. Así que en realidad se trata de hacer que el mayor consumidor de mucho de lo que EEUU provee, que es el gobierno federal de EEUU, sea más responsable, más eficiente y accountable.
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, recibió ayer a un grupo de senadores y representantes demócratas y republicanos para buscar un acuerdo sobre el presupuesto. La necesidad de un acercamiento es urgente, como quedó demostrado en abril, cuando S&P rebajó la perspectiva crediticia de la mayor economía del planeta argumentando su incapacidad para implementar un plan coherente para recortar el déficit fiscal. Pese a ello, los observadores en Washington dudan de que la reunión vaya a arrojar resultados a corto plazo. Mientras tanto, la fecha estimada para que la deuda del gobierno supere el límite permitido por ley, el 2 de agosto, se acerca rápidamente.
Peter Kenny asegura que la actual situación fiscal es la peor que haya visto en toda su vida, pero el director de ventas institucionales de Knight Equities, que durante 25 años se desempeñó en el piso de operaciones de la Bolsa de Nueva York, está convencido de que al final habrá acuerdo, porque más allá de las diferencias entre gobierno y oposición, el efecto de un colapso fiscal sería tan devastador que ningún bando lo podría permitir. "Incluso los derrochadores más liberales, los más disipadores en Washington, están ahora planteando propuestas para reducir el déficit", destaca el autor de Kenny's Commentary, uno de los reportes financieros más seguidos en Wall Street.
- ¿Qué pasaría si después de rebajar la perspectiva, S&P eventualmente recortara la calificación de EEUU? - Eso mandaría al mundo a un reequilibrio, a una profunda caída. Si eso ocurriera, tendría un enorme impacto en la recuperación global.
- ¿Volvería a una recesión? - Sí.
- ¿Qué tan seria sería? - Eso dependería de qué tanto se rebajara la calificación. Pero si cayera por debajo de AAA aumentaría el déficit y el costo de mantener el déficit, porque las tasas tendrían que subir para compensar por la baja en la calificación.
- ¿Y el resto del mundo? - Tendría un efecto muy negativo en la economía global pero hay algunas regiones que sufrirían más. EEUU es el mayor importador de productos chinos. Si nuestro apetito por productos chinos se secara tendría un efecto muy negativo para la economía china.
- ¿A través de qué otras vías se contagiaría este impacto al resto del mundo? - A la caída en la demanda por productos terminados se sumaría la baja en la demanda por materias primas, en otras palabras el comercio global se contraería. Habría una contracción en los ingresos por comercio y en las manufacturas basadas en el comercio. También haría subir la inflación mundial.
- ¿Cómo? - Porque el dólar sigue siendo la moneda de reserva del mundo. Y el dólar es la base de un problema inflacionario, porque el gobierno federal ha estado gastando tanto más de lo que realmente tiene.
- ¿Y el dólar perdería su estatus como moneda de reserva? - Esa es una posibilidad muy real. Eso tendría un enorme impacto en la demanda por dólares, y eso haría que perdiera incluso más valor.
- ¿Y qué pasaría si el mundo perdiera al dólar como moneda de reserva? - Sería reemplazado por otros.
- ¿El euro? - Posiblemente. No estoy seguro de qué tan realista sea eso.
- Pero tras el anuncio de S&P, las tasas de los bonos del Tesoro cayeron, porque muchos buscaron refugio en estos papeles. Pareciera que no hay alternativas al dólar. - Es un buen punto. Pero en el último tiempo hemos visto a muchos bancos centrales irse a oro.
- EEUU mantiene su gran déficit y China sigue acumulando reservas. Parece que los grandes desequilibrios globales que llevaron a la crisis no han cambiado… - Ese es el problema, porque eso podría seguir creciendo por siempre y cuando lleguemos al punto de quiebre significaría un ajuste muy desafiante para todos los involucrados.
- Si el congreso no eleva el techo de la deuda antes de que se supere el límite EEUU caería en un default técnico. ¿Cree que eso es sólo una manera de decir, o piensa que tendría efectos reales? - Creo que es más que algo técnico. Afectaría el panorama global, el precio global de los bonos del Tesoro, así que incluso si no estuviéramos realmente en default tendría un efecto muy indeseable. Y haría que reducir el déficit fuera mucho más difícil.
- ¿Es factible un acuerdo por el presupuesto entre Republicanos y Demócratas? - Diría que las posibilidades son buenas porque incluso los derrochadores más liberales, los más disipadores en Washington, están planteando propuestas que reducirían el déficit en al menos US$ 1 billón (millón de millones). El presidente Obama inicialmente planteó un presupuesto para reducir el déficit en US$ 1 billón en la siguiente década. Ahora está planteando US$ 4 billones en los próximos doce años. Los republicanos quieren US$ 6 billones. Así que las cifras indican que la conversación en Washington está ahora comenzando a enfocarse en los motores de largo plazo de la deuda federal, específicamente Medicare, Medicaid y Seguridad Social, esos son los tres grandes programas de gastos. Tendrán que se rediseñados, reducidos, con fuertes recortes en defensa, y recortes aún mayores en los gastos discrecionales.
- ¿Incluso con las elecciones presidenciales el próximo año? - Me atrevería a decir que esto es precisamente lo que va a hacer falta para ser elegido. La rebaja de S&P en la perspectiva es lo que va a gatillar el paso a la cordura en Washington.
- El recorte del gasto ayudará a evitar una crisis fiscal, pero el presidente Obama ha advertido que un ajuste muy rápido también puede empujar a la economía a una crisis. - Mucha gente diría que tiene razón, que si el mayor contratista en un país recorta su apetito por servicios contractuales y materiales, debería tener un significativo impacto.
Pero la tesis es que en cada lugar donde el gobierno se retire, será una oportunidad para que el sector privado entre. Y gran parte de eso está impulsado por un modelo del que estamos comenzando a ver un éxito bastante significativo acá en EEUU, que es el concepto alianza público privado, donde un gobierno, ya sea central o local, se asocia con un emprendimiento privado, para proveer el mismo servicio que antes ofrecía el gobierno por sí sólo, pero con la ventaja de usar los medios privados para levantar capital y la experiencia privada para manejarlo de manera más eficiente. Así que en realidad se trata de hacer que el mayor consumidor de mucho de lo que EEUU provee, que es el gobierno federal de EEUU, sea más responsable, más eficiente y accountable.
Fuente:
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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