Los hombres también tienen alfombra roja
ELSA MARTÍNEZ Toda la vida, lo que se dice toda la vida, hemos visto desde los míticos Oscar, a los Cesar, los Leones de Venecia, la alfombra del Oso de Berlín o la única Cannes una ristra de actrices maravillosas que, saliendo cual Evita de una fastuosa berlina oficial, desplegaban todo su glamour sobre los flashes de cientos de fotógrafos hambrientos de una sonrisa eclipsante. Mujeres tan increíblemente bellas que se han convertido, las actrices, en los actuales iconos de firmas de moda, "it girls" del momento y sobre todo deseados "personajes" que cotizan al alza cada prenda, bolso, zapato, joya o look que se plantifican en los diversos fotocalls.
Desde Scarlett Johansson en Dolce &Gabbana by The One a las españolas Pilar López de Ayala, Maribel VerdúSilvia Abascal, las actrices son reclamo de video, promo de si mismas pero también de todos los que nos disputamos vestirlas y desvestirlas (según se mire y para qué en cada ocasión). Son un genial personaje que se ha construido desde que la Metro Golding Meyer o Universal Pictures pensaran que cada una de ellas debía tener un papel, un bonito, sexy, puritano, divertido, serio o dramático papel... dependiendo para qué y quién quisieras construir con este trampantojo. Si eras Marylin solo podías ser Marylin, desde la noche a la mañana y así hasta el siguiente día, al salir de casa o al entrar en el súper.... todo por un sueño.
¿Y los hombres? Esos actores que nos hacen temblar de emoción y perder la conciencia ante la pantalla desde la adolescencia, esos que con una mueca desvencijan nuestro sentido y el de todo el sistema femenino. ¿Ellos son o no son una estrella? Pues he ahí la cuestión, que desde hace algún tiempo una joven hornada de actores españoles ha puesto de moda un look nuevo, un pantalón pitillo con chaqueta Dior o un terciopelado smoking de atrevidos complementos.... Ellos reivindican la pasarela de los Goya también como propia y no están dispuestos a ser el segundo plato. También se cuidan, se ponen tensores flash o hacen virguerías para entrar en un traje ultra bien patronado como los de Miquel Suay mientras disfrutan de crear un personaje nuevo para su divertimento, para el nuestro y, lo que es más, para su trabajo. Como Raúl Arévalo al que tuvimos la suerte de disfrutar, porque es el chico más encantador que he conocido en este mundillo actoril, "actuando" para +Gente en nuestro showroom. Ficcionó, como el mejor guión, su prueba virtual de actor que elige traje, se metió en el papel con la maestría que sabe y hasta se dejó poner una ampolla (yo la llamo "cemento belleza") tensora de Atache en la cara (se las llevó tan contento para estar hoy más que lustroso en la gran gala del cine español) y se alegró de saber que existimos los que seguimos creyendo que los hombres también existen!!! Hoy os invito a verlo en plena acción en la tele, merece la pena este papel de un actor que dará mucho que hablar. Y con el camino que lleva, de ver, que también es importante. Puro glamour.
Saludos
Rodrigo González Fernández
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