Por Humberto Márquez
CARACAS, 4 mar (IPS) - Miles de soldados y unidades de tanques se desplazaban este martes desde sus plazas en las ciudades del centro de Venezuela hacia la occidental frontera con Colombia, mientras escalaba la confrontación política y diplomática en la zona andina tras el ataque colombiano a guerrilleros de su país en suelo ecuatoriano.
En algunos casos, el desplazamiento en camiones y autobuses con blindados y tropas se hacía a plena luz del día y compartiendo autopistas y carreteras con vehículos civiles.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó esa movilización en su programa dominical de televisión y advirtió a su par colombiano Álvaro Uribe que "no se le ocurra hacer en la frontera de Venezuela lo que hizo en la de Ecuador, porque le mando unos Sukhoi", cazabombarderos de fabricación rusa adquiridos recientemente.
La frontera "ha sido cerrada", informó el ministro de Agricultura, Elías Jaua, lo que se tradujo en veda al ingreso de camiones colombianos con alimentos, aunque vehículos particulares y de transporte de personas continuaban el tránsito bilateral.
Eran las únicas señales visibles de aprestos en el lado venezolano para una eventual confrontación con Colombia, posibilidad que flotaba en el ambiente diplomático latinoamericano pues también Ecuador envió tropas y helicópteros a su frontera norte. Bogotá, en cambio, oficialmente descartó el envío de refuerzos a sus fronteras.
"Esto de una guerra es una locura. A quienes hemos tenido hijos en el servicio (militar) no nos gusta, y bueno, ¿a quién le va a gustar una guerra? Los que mueren son siempre los de abajo, los más tontos", dijo a IPS Flor Ribas, quien cose prendas por encargo, a las puertas de una panadería en Propatria, barriada obrera del oeste caraqueño.
En la cercana venta de billetes de loterías, Manuel Duque, opinó que "si atacan a Venezuela, Chávez tiene que defenderse, pero por ahora debe esperar lo que haga Ecuador y según vaya eso, entonces apoyarlo".
José Manuel González, presidente de la gremial empresarial Fedecámaras, pidió "sensatez y cordura", pues una agudización del conflicto con Colombia "impactará negativamente en los problemas de desabastecimiento que tiene Venezuela".
Venezuela, con un déficit en abastecimiento de alimentos oficialmente cifrado en 20 por ciento, adquirió en Colombia casi un tercio de los 6.000 millones de dólares que importó en ese ramo durante 2007. Los rubros colombianos más solicitados son lácteos, carne en canal, pollo, huevos, hortalizas y derivados de azúcares.
En el frente político, el oficialismo cerró filas y este martes, en un acto público, Diosdado Cabello, gobernador del central estado de Miranda y visto por la prensa como un "delfín" de Chávez, aseveró que "no vamos a la guerra con esta movilización militar, sino a defender la soberanía de nuestro pueblo".
La Asamblea Nacional legislativa, casi totalmente en manos del oficialismo, respaldó el lunes al mandatario y aclamó la expulsión de la legación diplomática colombiana en Caracas.
La oposición, en cambio, criticó los aprestos bélicos tras lo que considera intromisión indebida de Chávez en un conflicto bilateral entre Colombia y Ecuador.
La confrontación que tiene en vilo a la diplomacia latinoamericana surgió de la incursión aérea y terrestre de fuerzas colombianas contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el norte de Ecuador, en la que perecieron al menos 20 guerrilleros, entre ellos el conocido como "Raúl Reyes", miembro del secretariado y portavoz internacional de esa guerrilla.
Chávez "comete traición a la patria, al apoyar a un grupo narcoguerrillero que comete crímenes de lesa humanidad", dijo Manuel Rosales, gobernador del estado de Zulia (fronterizo con Colombia), rival abatido por Chávez en la carrera presidencial de 2006 y cabeza de la principal formación opositora, Un Nuevo Tiempo.
Henry Ramos y Luis Planas, jefes de los tradicionales partidos socialdemócrata y socialcristiano, pidieron "una salida pacífica lo más pronto posible, en el marco de la Organización de los Estados Americanos (OEA)", que deliberaba este martes de urgencia.
El general retirado Raúl Baduel, quien fue ministro de Defensa de Chávez hasta julio de 2007 y ahora hace oposición, criticó "las órdenes públicas para la movilización de unidades militares, lo que demuestra que estamos ante un show publicitario y no ante una verdadera movilización para ataque o defensa de las fronteras".
Baduel pidió "a los generales y demás camaradas de armas, analizar que la Fuerza Armada no puede ser utilizada como brazo armado de acciones y políticas personalistas". En la frontera "no tenemos amenaza, ni enemigo ni violación de soberanía", remarcó.
Chávez "debió alertar en secreto a las unidades que pretendía movilizar antes de hacer el anuncio. Los aspectos logísticos no se preparan de un día para otro y, salvo quienes están de guardia, los demás oficiales están con su familias", estimó el general retirado Fernando Ochoa, quien era ministro de Defensa cuando Chávez dirigió una rebelión en 1992. Para Ochoa "es correcto que se refuercen las unidades fronterizas, puesto que Colombia ha dicho que no va a permitir bases guerrilleras en los países limítrofes".
En la nube de acusaciones e informaciones cruzadas desde el sábado entre Bogotá, Quito y Caracas está la especie de que "Iván Márquez", uno de los miembros del secretariado de las FARC y quien el pasado noviembre se entrevistó con Chávez en Caracas, mantiene un campamento de su guerrilla en Venezuela.
Centenares de testimonios dan cuenta del paso de guerrilleros de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional, (ELN), la segunda guerrilla de Colombia, por comarcas fronterizas del noroeste y suroeste venezolano, así como de incursiones de paramilitares de la ultraderecha colombiana. La movilización de tropas "genera zozobra en el corazón de los soldados y sus familias", dijo el cardenal Jorge Urosa, arzobispo católico de Caracas, al pedir "mucha moderación a las autoridades de Venezuela, que no debió interferir en un conflicto que esperamos se solucione prontamente, entre Ecuador y Colombia".
Los llamados a contener la escalada de confrontación en la subregión andina se multiplicaban en el exterior. El más reciente, la tarde de este martes, fue el del presidente peruano Alan García, para quien "Venezuela no debería añadir incandescencia a este tema, ni con palabras ni con hechos", según dijo tras recibir la visita de su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa.
El presidente estadounidense George W. Bush, en cambio, expresó pleno respaldo a Colombia y criticó los "movimientos hostiles" que realiza Venezuela. (FIN/2008)
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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