Periodismo ciudadano versus información
Archivado en: Irán, José Saramago, Nacho Escolar
La situación en Irán tras las últimas, y fraudulentas, elecciones ha vuelto a poner de actualidad la capacidad de internet para burlar todas las censuras y difundir por todo el mundo la realidad que los gobiernos, en este caso el que preside Mahmud Ahmadinejad, quieren ocultar. Las imágenes de la represión de los seguidores de Musaví, tomadas con teléfonos móviles y 'colgadas' en la Red han sustituido a las informaciones de los corresponsales de los medios tradicionales, callados por la censura oficial. Este hecho ha provocado que los entusiastas del periodismo ciudadano hayan vuelto a lanzar las campanas al vuelo para comunicar al mundo la buena nueva, a la par que han hecho doblar las mismas campanas anunciando la muerte del periodismo, y de los periodistas, profesionales. Como el debate está ahí, entro al trapo y cojo al toro por los cuernos.
He visto las imágenes tomadas por los ciudadanos iraníes, incluida la dramática escena de la muerte de Neda. Un testimonio de primer orden informativo, digno de llevarse los premios más importantes que se otorgan en el mundo periodístico. También he visto imágenes de las manifestaciones de los opositores y su consecuente represión, al igual que he contemplado las otras manifestaciones, las oficialistas. Son imágenes contra imágenes. Documentos visuales que muestran una realidad, parcial porque no van acompañados de la reflexión que explica la situación política y social real de Irán. Es la cruz de la cara del nuevo periodismo ciudadano. El triunfo de la tecnología sobre la información analítica. Del negocio sobre el derecho a recibir información veraz.
Los sucesos de Irán, por actuales, -podría poner más ejemplos, (China, Cuba, Birmania)- ilustran una realidad que necesita un debate riguroso ante la proliferación de informaciones en la Red, la mayoría de las cuales ni están justificadas ni aportan nada a la sociedad. Pero están ahí, e incluso algunas hacen fortuna bajo ese fenómeno conocido como blog, formato desde el cual se cometen las mil y una tropelías informativas. Abunda en esta idea uno de los gurús de la Comunicación, Iñaki Gabilondo, quien en la presentación de su último libro -en el que recoge sus comentarios editoriales en el informativo que presenta en 'Cuatro' y que, por otra parte, maldita la falta que hacía su publicación-, afirma que le pone muy nervioso no saber quien está detrás de muchas de las informaciones que aparecen en la Red. Comparto su nerviosismo. Si algo tenemos los periodistas de bueno es que estamos plenamente identificados, respondemos de nuestras fuentes y nos responsabilizamos de lo que escribimos. Afirma Gabilondo que "la información no viene avalada por nadie. Es la no identificación del mensajero. Internet ofrece mucha información pero también abre un camino a la insolvencia y a la intoxicación". Y pone el dedo en la llaga informativa de la Red: "Nos habla un ser anónimo que no se sabe si está pagado o subvencionado".
Echo mi cuarto a espadas. La inmensa mayoría de los blog que se publican en la Red son espacios para arrojar casquería barata que en nada favorecen a este nuevo género ni ayudan a que internet se convierta en un verdadero foro para debatir ideas. Como ejemplo, la polémica que se suscitó hace una semanas en torno al post que publiqué tras la muerte de Corín Tellado. Fue aquel un artículo en el que pedía su complicidad para plantear un debate serio y riguroso sobre la llamada 'novela rosa' y en el que hacía algunas afirmaciones personales, eso sí, con base documental, sobre escritores como Vargas Llosa, Pérez Reverte o Ruiz Zafón, a los que yo considero escritores tramposos, falsificadores de una realidad que manipulan bien por intereses políticos e ideológicos, caso de Vargas Llosa, o económicos, como ocurre con los otros dos citados.
El resultado de esta iniciativa no pudo ser más fallido, ya que ninguna de sus aportaciones entró en el meollo de la cuestión, sin duda porque yo fracasé a la hora de plantear la tesis, la antítesis y la síntesis, por decirlo con metodología marxista. Tal vez haya sido por eso, pero tal vez la causa del fracaso esté en que, de momento, el mundo bloguero no es el mejor espacio para la reflexión y para el debate. Por sus cañerías virtuales fluye mucha basura y pocas ideas. Dicen sus apologistas, con papanatismo oportunista carente de rigor investigador, que es el último reducto de la libertad de expresión, el único espacio donde existe democracia directa y que está -como el antiguo No-Do- al alcance de todos. Como declaración de intenciones puede aceptarse la definición. Como realidad dista mucho de ser cierta. Hoy por hoy, cabe todo y en ese todo domina lo superficial, hasta el punto de que las ideas inanes ahogan las aportaciones válidas que tratan de explicar, desde el conocimiento, esta absurda sociedad que entroniza lo baladí intentando coronarnos con oropel como si fuera oro de veinte quilates.
Como muestra expongo uno de los muchos botones que abrochan la Red. Hace unos años, circuló por la cañería un texto atribuido a Gabriel García Márquez acompañando la noticia de que el nobel colombiano sufría una grave enfermedad. El texto, apócrifo, no resistía ni el más elemental análisis literario que avalara el estilo del autor de 'Cien años de soledad'. Sin embargo hizo fortuna, y fue de lo más leído y motivo de ingentes comentarios sin ningún fundamento. Este hecho, podría citar muchísimos más al hilo de falsos rumores y de informaciones que sólo responden a intereses espurios, revela hasta qué punto los adoradores de la Red deberían bajar de su pedestal a este falso dios de la modernidad y poner un punto de cordura y reflexión para desmitificar a tantos gurús embaucadores. Vuelvo a mostrar el clásico botón. Uno de los blog de más éxito en España en los últimos años lo firmaba Nacho Escolar. Con este currículum, saltó a la dirección del diario 'Público'. Duró en el cargo apenas un año. El dato habla por sí solo. Tener éxito en la Red por escribir, mal, un blog, no faculta para hacer buen periodismo. Informar es oficio que precisa de unos requisitos que no cumplen todos los ciudadanos. Por decirlo de forma grosera, es como si los conductores de vehículos a motor se pusieran a dirigir el tráfico. ¿Se imaginan el caos?
Finalizo estas reflexiones con unas declaraciones de José Saramago al diario argentino 'Clarín' en las que el premio Nobel -el más canario de todos los escritores portugueses y el más portugués de todos los escritores canarios- se queja de la falta de calidad y de estilo en los blog. Se lamenta Saramago: "La práctica del blog ha llevado a la escritura a muchas personas que antes poco o nada escribían. Lástima que muchas de ellas piensen que no merece la pena preocuparse por la calidad de estilo de lo que se escribe". Y añadió:"Personalmente me cuido tanto del texto de un blog como de una página de novela. Si el blog es un espacio para la reflexión, no debe sorprender que ilumine a quien lo escribe, es una consecuencia lógica". Nada que añadir a sus palabras. Cuando habla un maestro, a los aprendices sólo nos queda escuchar y tratar de asumir la lección. El consejo es gratuito. A ustedes les corresponde eliminar la basura de la Red, incluido este blog, si es que así lo consideran.
Publicado el 30 de junio de 2009 a las 17:30
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Saludos
Rodrigo González Fernández
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