Los estimulantes afrodisíacos que esconden algunas plantas
Se usan hace miles de años y ayudan, entre otras cosas, a elevar la libido y estimular el apetito sexual.
"Amor donde no existe, deseo donde sólo hay languidez, goces carnales donde domina el hastío y aventuras eróticas donde la fantasía está ausente", escribe el estudioso alemán Christian Rätsch en su libro "Las plantas del amor" (Fondo de Cultura Económica), al definir el gran atractivo que han tenido los afrodisíacos a lo largo de la historia. Afirma, que todos los pueblos del mundo los han utilizado para reavivar la sexualidad. A continuación, algunas de las plantas que comúnmente se usan como afrodisíacos:
"Se sabe que ya hace sesenta mil años los neandertales usaban plantas que más tarde se consideraron afrodisíacas y que los primeros indicios escritos de sus usos, se encuentran en las tablas sumerias de escritura cuneiforme, en los rollos de papiro del antiguo Egipto y en las inscripciones de los huesos oraculares de la China antigua".
Sin embargo, dice Rätsch -con estudios en lenguas y cultura americanas antiguas, etnología y antropología-, el cristianismo satanizó muchas plantas que eran sagradas en la Antigüedad.
"El mundo occidental aún no se recupera del shock antiafrodisiaco causado por los representantes del cristianismo pudibundo, enemigo de los placeres".
Es por eso, explica el autor, que se entiende que en Oriente existan hasta hoy numerosas recetas para el placer sexual, como las "píldoras de la felicidad"; el hachís, que es considerado el primer afrodisíaco del subcontinente indio; el cáñamo, la datura y otras plantas solanáceas. Estas últimas también han sido usadas en América con fines amorosos y dentro de varios ritos.
Rätsch habla que los habitantes del México prehispánico utilizaban muchas plantas psicodélicas que, a la vez, eran empleadas como afrodisíacos en sus ceremonias y que en la actualidad, los indígenas conocen las fuerzas ocultas de plantas sagradas como el peyote, teonanácatl, ololiuqui, enredaderas y daturas.
En el resto de Sudamérica, el autor afirma que la planta sagrada de la coca es la que se usaba como inductor amoroso. Sin embargo, el afrodisíaco vegetal más conocido y que sigue traspasando fronteras es la corteza del árbol yohimbe.
También dedica capítulos exclusivos para contar la historia y los principios activos de la amapola, ciertos moluscos, el ginseng, y sus semejantes, la mandrágora, la hierba de san Damián, el vino y la miel, entre otros conocidos.
Más de 40 especies
"Las plantas del amor" es un libro de lujo y escrito por quien durante más de 20 años realizó investigaciones de campo alrededor del mundo sobre las culturas chamánicas. Está cuidadosamente diseñado y con imágenes de códices, grabados antiguos, murales, esculturas e impresionantes fotografías que ilustran cómo en el arte, la cultura y en determinados objetos se estampa la historia de los afrodisíacos.
La completa investigación entrega un detallado relato sobre las principales plantas amorosas y una guía de 40 plantas estudiadas, en las que incluye los métodos comunes de preparación y las dosis exactas para partir con la experiencia. También se dedica a compartir recetas y la composición química de los afrodisíacos.
En otro capítulo, el autor elabora una "Enciclopedia de plantas", donde reseña 113 plantas investigadas, ya sea medicinal o fitoquímicamente.
Resalta que en la búsqueda del verdadero afrodisíaco, el tomate, la papa, la berenjena, el pimiento morrón y el ají han sido usados como estimulantes. Aparte, hace mención de la presencia de potenciadores sexuales en el reino animal y mineral.
En síntesis, la investigación comprueba que el uso de las plantas afrodisíacas tiene un valor diferente en cada cultura y que para ingerirlas por cualquier vía, es necesaria la mesura y la integridad espiritual.
"En los países cristianos se considera como algo vituperable e incluso se sanciona, mientras que en los países asiáticos es muy popular, la mayoría de las tribus tiene una postura sencilla hacia la naturaleza, hacia ellos mismos y hacia las plantas estimulantes", reflexiona el etnofarmacólogo alemán.
- Ajo, en las comida: induce a la lujuria y se dice que puede curar la impotencia.
- Anís, como condimento de comida y bebidas: es un estimulante.
- Apio, comer bulbos frescos: estimulante, fortalece el cuerpo.
- Azafrán, ingerir las fibras: desde excitante hasta narcotizante dependiendo de la dosis.
- Cilantro, condimento de platillo y bebidas: estimulante.
- Ginseng Siberiano, ingerir extractos de la raíz diariamente: tonificante, fortificante, incrementa la libido.
- Matico, masticar las hojas, infusión para té: muy excitante.
- Nuez Moscada, ingerir las nueces, la macis o su aceite: muy excitante, narcótico.
- Palmito, comer los frutos, beber extractos regularmente: estimula la circulación de la sangre en los genitales.
- Romero, como condimento pero sobre todo como aditivo del baño: fuertemente erotizante en la piel.
- Vainilla, ingerirlo como tintura: excitante, fortificante.
- Ylang-Ylang, inhalar el aceite: erotizante.
- Zanahoria, verdura cocida y cruda: fortificante.
También hay piedras que se usan como afrodisíacos o para mejorar la potencia. Algunas de ellas son: amatista, jade, turquesa, perlas, nácar.
Receta de una bebida amorosa Café de cardamomo:
Mezclar una cucharada de café de grano, otra de cardamomo y leche tibia, miel o azúcar a gusto
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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