Candidatos salen a buscar el 1,3 millón de votos evangélicos
Tal como sucedió en 1999 y 2005, el credo no católico se convertirá en un objetivo de los comandos en la recta final de la campaña. Ayer, Piñera y Arrate cuestionaron la decisión del gobierno de invitar a Frei a la celebración del Día de la Iglesia Evangélica.
por Daniel Labarca - 31/10/2009 - 09:43
Hoy, las agendas de Eduardo Frei y Sebastián Piñera apuntarán al mismo objetivo: el mundo evangélico.
Mientras el senador DC asistirá a la celebración del Día de la Iglesia Evangélica en La Moneda, el abanderado de la Alianza dará a conocer una batería de propuestas para ese culto. Ambos, además, asistirán al servicio religioso que conmemorará la fecha.
El interés de los dos presidenciables no es casual. En los comandos han diseñado una estrategia para apuntar a un electorado que es conocido por su disciplina y que, según la última encuesta CEP, representa el 17% de los inscritos.
Según el sondeo, Piñera lidera la intención de voto en el segmento, con el 35%. Le sigue Frei, con el 32%. Marco Enríquez, en tanto, marca un 17%, mientras que Jorge Arrate no llega al 1%.
Para reforzar ese liderazgo, el candidato de la Alianza adquirirá hoy 30 compromisos con el mundo evangélico.
El documento enfatiza la necesidad de asegurar la plena igualdad de los credos, lo que Piñera pretende plasmar a través de igualdad de oportunidades en el acceso a donaciones y beneficios tributarios y la igualdad de culto en las Fuerzas Armadas, entre otras propuestas.
Además, el candidato se compromete a recuperar como sitio histórico el Patio de los Disidentes del Cementerio General.
En el comando de Frei, en tanto, giran a cuenta de la buena imagen que el senador DC tiene entre las principales autoridades evangélicas. ¿La razón? Bajo su primer mandato se dictó la Ley de cultos, que plasmó el reconocimiento social del credo.
En sus giras a regiones, el candidato oficialista ha agendado varias entrevistas con medios locales evangélicos, en una estrategia similar a la implementada por Piñera y Enríquez, pues es en el sector rural y en los estratos medios bajos donde este segmento es más masivo.
La disputa por el voto de los no católicos es un fenómeno antiguo. En 1999, Ricardo Lagos se lanzó a su captura tras la estrecha primera vuelta, en la que venció por 0,45% a Joaquín Lavín.
El ex Presidente agendó diversas actividades con iglesias evangélicas en los últimos días de diciembre y consiguió que varios pastores le manifestaran públicamente su apoyo, lo que redundó en una fuerte polémica entre los seguidores del culto.
En 2005, ocurrió un fenómeno similar tras la primera vuelta. Piñera optó por reavivar el debate valórico que lo diferenciaba de Michelle Bachelet, luego que su postura en contra del aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual concitara apoyo entre los evangélicos.
Ayer, en tanto, la decisión del Ejecutivo de invitar a Frei a la celebración del Día de la Iglesia Evangélica despertó críticas de los otros candidatos.
"Utilizar a la fe evangélica para favorecer a un candidato, no me parece justo", sostuvo Piñera, mientras que Arrate acusó a La Moneda de usar un "artilugio" al justificar la presencia del senador en su calidad de ex Presidente.
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