(La Tercera) Claridad en la política energética futura es la principal petición que hace hoy el sector minero, tras el revés que sufrió el proyecto eléctrico Barrancones, producto de la intervención del Presidente Piñera.
La industria, principal consumidor de energía del país, está preocupada por la incertidumbre que genera este escenario y por el futuro del resto de los proyectos a carbón que están hoy en tramitación ambiental. En especial el de la central Castilla, del empresario brasileño Eike Batista.
Un ejecutivo del sector indica que, junto con la mala señal que se les está enviando a los inversionistas, al no respetarse las normas que ambientalmente aprueban un proyecto, indica que no contar con un abastecimiento seguro y constante de energía elevará los costos de las mineras.
Actualmente, el 22% de la estructura de costos de la industria minera proviene del suministro de energía. Fuentes del sector explican que esto podría elevarse si no se tiene un contrato estable con una central. "Si no hay centrales, hay que recurrir al mercado spot, donde la energía es más cara. Habrá que asumir el costo que esto significa", explican.
Esta situación, señalan en el sector, podría provocar una reevaluación del plan de crecimiento de la industria minera.
La central Barrancones tenía proyectada su puesta en operación para 2014, plazos que hoy ya no corren. El proyecto se retrasará en, al menos, dos años.
"El tema de los plazos es relevante. Las consecuencias las van a tener las empresas mineras, porque la factibilidad de sus proyectos depende de tener energía eléctrica. El problema es que a la larga van a disponer de ella, pero será más cara, por lo tanto, amenaza la viabilidad de las obras", explica la ex secretaria ejecutiva de la CNE María Isabel González.
Las mineras tienen en carpeta inversiones por US$ 50 mil millones para los próximos siete años, con el fin de elevar 39% la producción de cobre, hasta llegar a 7,5 millones de toneladas por año.
"La situación es preocupante, ya que se sabe que vienen fuertes inversiones futuras, crecimientos en el sector y nos preocupa cómo los vamos a abastecer", enfatiza un ejecutivo del sector.
González ratifica la necesidad energética que tiene el Norte Chico "En la zona del Norte Chico del país hay que tener generación, y cualquier consumo es importante, por la cantidad de proyectos mineros que hoy están analizando su viabilidad. Esos proyectos dependen de que haya energía eléctrica disponible, por lo tanto, disponer de ella significa mucho para el país, sobre todo para alcanzar los niveles de desarrollo. No es una cosa menor", explicó.
Energías renovables
Una de las lecciones que sacaron las mineras, luego de la crisis del gas y el uso constante de diésel para sus faenas, fue asegurar sus consumos de largo plazo.
Una de las medidas fue incursionar en el uso de las energías renovables, como parques eólicos y plantas solares. Pese a este esfuerzo, indican que estas opciones energéticas no son la solución. "Las energías renovables no convencionales, no son la solución definitiva para el sector minero. Los parques eólicos no funcionan las 24 horas al día", dice una fuente de una minera. De hecho, su operación es bastante menor. Según ejecutivos del sector eléctrico operan sólo 8 horas al día.
Además, su costo es mayor. Una central térmica o hidroeléctrica tiene un costo medio de US$ 70 a US$ 80 por MWh. Una eólica alcanza a los US$ 130 MWh.
"El problema de esto es que los sectores ambientalistas se oponen a toda fuente de energía. Entonces, la pregunta que hay que hacer es cuál será el plan de energía para los próximos 10 a 20 años", dice un ejecutivo.
Fuente / La Tercera
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