Foto: Mariana Oliva Gerli www.marianaog.com

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Para mantener el pasto sano, que luzca verde y tenga una buena textura, cuídalo de la siguiente manera:

- No lo dejes demasiado corto ni permitas que crezca por demás. Es importante que las cuchillas de la podadora estén bien afiladas para que la poda sea pareja.

- Reconoce si el pasto está o no en buen estado mientras caminas sobre él: si queda tu pisada marcada y hundida, le hace falta agua y es probable que esté enfermo.

- Las mejores épocas para sembrar pasto son las templadas.

Riego de las plantas

Es recomendable regar con mayor frecuencia e intensidad durante épocas con temperaturas elevadas, aunque por lo general lo mejor es que sean riegos abundantes en cantidad pero espaciados en el tiempo para que la tierra llegue a secarse. Si sólo está algo húmeda, no te excedas con el agua. Regar de manera frecuente y en pequeñas dosis también es malo.

¿En qué momento del día? Cuando no hay demasiado sol: durante la mañana, bien temprano, o al atardecer.

Fertilizantes

Los fertilizantes le aportan a la planta fuerzas para estar sanas y dar muchas flores. El mejor momento para aplicarlos es durante el proceso de floración, y lo más común es que se disuelven en el agua de riego para que nutran a la planta de manera directa. Para que el tratamiento sea más rendidor, no lo hagas en días de lluvia o ventosos porque el efecto será menor. En cambio, elimina las partes afectadas antes de comenzar y cubre la planta con un plástico durante 48 horas. Controla siempre las plagas y enfermedades, y recuerda que cada planta requiere de determinada dosis de fertilizantes. Si podaste, limpia con un cepillo toda la superficie y aplica un cicatrizante para evitar que los insectos aniden en los agujeros.

Un tip: para evitar que las hormigas suban a tus plantas, pasa medio limón por el borde de la maceta.

¿Qué plantas elegir?

Las especies que se consiguen desarrolladas en los viveros o los arbustos rústicos que se adapten al cultivo tanto en macetas como en jardines más templados. Si quieres un jardín heterogéneo, elige una misma especie de planta pero de diferentes colores para que no te compliques con las modalidades específicas de riego y cuidados. Además, no mezcles en una misma maceta o cantero plantas con cuidados disímiles. Si quieres un jardín que te demande menos atención, no optes por sembrar césped y recurre a las piedras y macetas pequeñas.

Decoración del jardín

En cuanto a la elección de maceteros, ten en cuenta cuál es el estilo del jardín: los canteros de formas geométricas combinan con los espacios clásicos mientras que las macetas de barro o elaboradas con tronco y madera dan mayor rusticidad a un jardín campestre. Una opción práctica y cómoda son las macetas de plástico o PVC, porque son livianas y muy resistentes. Para lograr un jardín bien ambientado, coloca especies perennes alternadas con canteros de plantas de estación. En aquellos rincones donde no crece el césped, puedes poner las llamadas plantas tapizantes o rastreras, que crecen a lo ancho y generan un tapiz vegetal. Son sumamente decorativas si las mezclas con piedritas partidas.  Dale un toque personal a tu jardín con una fuente de agua, una escultura o un sillón para intemperie. Las flores cortadas de la planta deben ponerse enseguida en agua. Coloca el florero en espacios donde no dé luz solar directa ni circule demasiado aire para evitar que las flores se sequen.