Desde hace 15 años, el doctor Jean-Denis Rouillon se ha propuesto estudiar los efectos que tiene el uso del sostén en los senos de las mujeres.
Para ello, este médico deportivo, que también es profesor de la universidad francesa de Franche-Comté, ha observado y medido cuidadosamente el busto de decenas de voluntarias.
Algunas han aceptado vivir su vida, e incluso hacer deporte, sin usar sujetador. Otras sólo lo hacen en algunas de sus actividades. El objetivo es ver si sus senos se caen más o menos al no estar contenidos.
Según resultados preliminares, el médico ha logrado comprobar que –entre las mujeres de 18 a 35 años que participan en el estudio– el pezón vuelve a subir un promedio de siete milímetros en un año cuando no se usa sostén. Los pechos, asegura, se fortalecen.
"Las voluntarias son estudiantes en carreras deportivas o en kinesioterapia, y muchas veces se trata de mujeres que quieren volver a una vida más natural, sin artificios", le explicó el doctor Rouillon a BBC Mundo.
El estudio
Laurette es una de ellas. Tiene 31 años y lleva diez participando en las investigaciones. "Rouillon era uno de mis profesores en la universidad, donde estudiaba deporte. Él nos ofreció participar en la investigación y me pareció interesante", le cuenta a BBC Mundo.
"Las cosas pueden ser diferentes entre mujeres de más de 30 años que ya han tenido hijos"
Jean Masson, cirujano plástico
Mide una talla 90C (34B) y ya no usa sostén. "No fue difícil cambiar mis costumbres. Antes, cuando me quedaba en casa, muy raramente me ponía un sujetador. Ahora sólo lo uso de vez en cuando, con algunos vestidos, para salir en la noche, pero sólo por razones estéticas", aclara.
Laurette es deportista. Practica el triatlón y es entrenadora deportiva. "Cuando trabajo, visto un sujetador deportivo sin aros por la gente que está en las clases. Pero cuando corro, por ejemplo, sólo uso una camiseta de tirantes y no siento ningún tipo de incomodidad", afirma.
Desde el principio, Laurette sintió confianza porque nunca experimentó dolor en los senos cuando se movía. Recuerda que su entorno le aconsejaba no hacer deporte sin sostén. Sin embargo, siguió con el proyecto de Rouillon.
Los únicos inconvenientes, según ella, son la mirada y los comentarios de los demás, pero prefiere no fijarse en ellos. Cuando se siente incómoda, usa un sostén sin varillas.
Resultados preliminares
A pesar de los primeros resultados, Rouillon no quiere sacar conclusiones definitivas, ya que el grupo de mujeres estudiado no es representativo de la población francesa.
El objetivo del estudio es comprobar si los senos se caen más o menos al no estar contenidos.
Aclara que sólo se trata de resultados preliminares y que está prosiguiendo sus investigaciones con mujeres de más edad.
El doctor Jean Masson, un cirujano plástico que trabaja en París, está de acuerdo con estas precauciones. "Las mujeres que han participado en las investigaciones son jóvenes, que no tienen senos muy grandes", explica.
"Para este tipo de mujeres, puede que no sea indispensable el uso de un sostén. Sin embargo, las cosas pueden ser diferentes entre aquellas con más de 30 años que ya han tenido hijos", afirma.
Durante el embarazo, explica Masson, los pechos ganan volumen, lo que tiene consecuencias en la elasticidad de la piel de los senos. Y menos elasticidad significa que las glándulas mamarias pueden desplazarse hacia abajo.
Entonces, ¿más vale usar sostén o no? Para tener una respuesta clara y científica, habrá que esperar un poco más.
"Aunque no tenemos la respuesta por el momento, es una problemática que merece plantearse", concluye Rouillon, que afirma que ninguna investigación científica ha comprobado la eficiencia del sostén para mantener los senos.
Que se tranquilicen las aficionadas a la lencería, aún no ha llegado el momento de tirar sus sujetadores a la basura.
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