El papel de los partidos
28 Marzo 2008
Actualizado: 10:08 PM hora de Cd. Juárez
Eduardo Borunda
Analista político
El proceso electoral intermedio de la gestión del presidente Felipe Calderón Hinojosa representa y simboliza una evaluación a su gobierno así como una fuerte prueba de fuego para quienes pronostican con el futuro político y sueñan con presidencias municipales, gubernaturas y, por supuesto, con la silla grande que se ubica en Los Pinos.
Tan es así la importancia de las elecciones del 2009, que el PAN local dio el espectáculo más canibalesco al enseñar las trampas del sistema y "desenmascarar" los pecados de un militante que aspiraba a dirigir el comité municipal. La situación se tornó ríspida y ocasionó que la dirigencia nacional de este partido metiera las manos y buscara una salida al conflicto que parece no componerse.
En el plano nacional, el show lo dan los líderes amorales del PRD. Una elección cuestionada donde nadie sabe quién ganó y que amenaza con retirar de la escena política nacional a los caudillos que, como López Obrador, han hecho del PRD un instrumento de sujeción a los caprichos de un mesianismo político en que han caído muchos de los políticos mexicanos, no sólo de la izquierda mexicana sino de todas las corrientes políticas.
La solución a este conflicto interno del PRD ellos la tienen: voto por voto, casilla por casilla. Ese es el gran recurso para su problema y tienen esa obligación moral y política ya que pregonaron algo afuera y de no hacerlo se quedarían como políticos de doble moral.
Los partidos políticos, en esta perspectiva, son considerados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como entidades de interés público, constituidos por ciudadanos para acceder al poder por la vía pacífica y fundamentalmente hacer posible la participación de los ciudadanos en la vida democrática. Estos dos partidos (PAN y PRD) no cumplen la misión que deben llevar a cabo, ya que esa participación de los ciudadanos rompe con los esquemas antidemocráticos que antes reprochaban al Partido Revolucionario Institucional.
Con estos antecedentes, las elecciones del 2009 tienen en los partidos políticos a los principales actores. Tanto el PAN como el PRI han manifestado que buscarán tener la mayoría en la Cámara de Diputados y la lucha será principalmente entre estas dos fuerzas políticas. Por un lado, el PRI no tuvo ningún diputado de mayoría relativa en trece estados, mientras que el PAN se posicionó como el más fuerte al no tener esa representación en sólo siete estados. Los números para el PRD fueron catastróficos ya que no tuvo representación en 18 estados del país. Los datos anteriores corresponden a los resultados de las elecciones del 2006.
El PAN tiene en estos momentos un total de 207 legisladores, el PRD 127 y el PRI 106 en la Cámara de Diputados. De acuerdo con estos números, el partido político que tenga el mayor porcentaje de votación se acercaría a un eventual triunfo en las elecciones federales del 2012. En esta etapa, los gobernadores que buscan y quieren la nominación de sus partidos para contender por la Presidencia deben ganar en sus respectivos estados, al menos ese debe ser un compromiso entre las élites partidistas.
Lo mismo pasará en el estado, ya que quienes buscan la gubernatura, deberán hacer caso al mismo presidente estatal del PRI, Marco Adán Quezada, quien en su reciente visita a Ciudad Juárez reveló que tanto Héctor Murguía, óscar Villalobos y César Duarte deberán apoyar con todo el triunfo en las elecciones intermedias antes de pensar en el 2010. Lo interesante es que las elecciones del 2009 también son la antesala para las 67 presidencias municipales que estarán en juego.
Las elecciones intermedias del 2009 nuevamente serán un termómetro para los siguientes procesos y por ello resulta más que interesante el juego de ajedrez en donde las piezas están ya colocadas.
Así, las elecciones del 2009 representan una visión al pasado de los comicios del 2006. El peso de los candidatos será fundamental y los partidos que desean ganar y tener una mayoría en la Cámara de Diputados deberán mandar a sus mejores cartas.
El descrédito de los partidos ha ido en aumento y será más difícil a los ciudadanos creer en una oferta política que no convenza ni a los mismo militantes de los partidos, que se han encargado de alejar a la ciudadanía de la política.
Analista político
El proceso electoral intermedio de la gestión del presidente Felipe Calderón Hinojosa representa y simboliza una evaluación a su gobierno así como una fuerte prueba de fuego para quienes pronostican con el futuro político y sueñan con presidencias municipales, gubernaturas y, por supuesto, con la silla grande que se ubica en Los Pinos.
Tan es así la importancia de las elecciones del 2009, que el PAN local dio el espectáculo más canibalesco al enseñar las trampas del sistema y "desenmascarar" los pecados de un militante que aspiraba a dirigir el comité municipal. La situación se tornó ríspida y ocasionó que la dirigencia nacional de este partido metiera las manos y buscara una salida al conflicto que parece no componerse.
En el plano nacional, el show lo dan los líderes amorales del PRD. Una elección cuestionada donde nadie sabe quién ganó y que amenaza con retirar de la escena política nacional a los caudillos que, como López Obrador, han hecho del PRD un instrumento de sujeción a los caprichos de un mesianismo político en que han caído muchos de los políticos mexicanos, no sólo de la izquierda mexicana sino de todas las corrientes políticas.
La solución a este conflicto interno del PRD ellos la tienen: voto por voto, casilla por casilla. Ese es el gran recurso para su problema y tienen esa obligación moral y política ya que pregonaron algo afuera y de no hacerlo se quedarían como políticos de doble moral.
Los partidos políticos, en esta perspectiva, son considerados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como entidades de interés público, constituidos por ciudadanos para acceder al poder por la vía pacífica y fundamentalmente hacer posible la participación de los ciudadanos en la vida democrática. Estos dos partidos (PAN y PRD) no cumplen la misión que deben llevar a cabo, ya que esa participación de los ciudadanos rompe con los esquemas antidemocráticos que antes reprochaban al Partido Revolucionario Institucional.
Con estos antecedentes, las elecciones del 2009 tienen en los partidos políticos a los principales actores. Tanto el PAN como el PRI han manifestado que buscarán tener la mayoría en la Cámara de Diputados y la lucha será principalmente entre estas dos fuerzas políticas. Por un lado, el PRI no tuvo ningún diputado de mayoría relativa en trece estados, mientras que el PAN se posicionó como el más fuerte al no tener esa representación en sólo siete estados. Los números para el PRD fueron catastróficos ya que no tuvo representación en 18 estados del país. Los datos anteriores corresponden a los resultados de las elecciones del 2006.
El PAN tiene en estos momentos un total de 207 legisladores, el PRD 127 y el PRI 106 en la Cámara de Diputados. De acuerdo con estos números, el partido político que tenga el mayor porcentaje de votación se acercaría a un eventual triunfo en las elecciones federales del 2012. En esta etapa, los gobernadores que buscan y quieren la nominación de sus partidos para contender por la Presidencia deben ganar en sus respectivos estados, al menos ese debe ser un compromiso entre las élites partidistas.
Lo mismo pasará en el estado, ya que quienes buscan la gubernatura, deberán hacer caso al mismo presidente estatal del PRI, Marco Adán Quezada, quien en su reciente visita a Ciudad Juárez reveló que tanto Héctor Murguía, óscar Villalobos y César Duarte deberán apoyar con todo el triunfo en las elecciones intermedias antes de pensar en el 2010. Lo interesante es que las elecciones del 2009 también son la antesala para las 67 presidencias municipales que estarán en juego.
Las elecciones intermedias del 2009 nuevamente serán un termómetro para los siguientes procesos y por ello resulta más que interesante el juego de ajedrez en donde las piezas están ya colocadas.
Así, las elecciones del 2009 representan una visión al pasado de los comicios del 2006. El peso de los candidatos será fundamental y los partidos que desean ganar y tener una mayoría en la Cámara de Diputados deberán mandar a sus mejores cartas.
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Consulten, opinen y escriban
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile
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