ASÍ COMO SUENA

 

 

EMPRESA FAMILIAR

ASÍ COMO SUENA

Empresas de familia (I)

J.J. FERMÍN A.

DESDE LECHERÍA.- Hace un par de semanas, Plutarco Vallés, conocido empresario y buen amigo, me regaló el libro "El éxito en los negocios de familia", escrito por un grupo de consultores y coordinado y editado por John Ward, titular de la cátedra Wild Group de Empresas Familiares de IMD, profesor de la Escuela de Negocios Kellogg y director del Centro de Investigaciones sobre Empresas Familiares de IMD Lombard Odier Darier Hentsch en USA.  El libro es tan bueno que lo devoré en tan solo un par de días. Como de costumbre subrayé lo que me pareció más interesante e investigué los datos que me interesaba profundizar. Al final, el proceso de aprendizaje fue tan enriquecedor, que quiero compartir con ustedes algunas de mis reflexiones. La primera ya la hemos mencionado antes. Según estudios realizados por el centro de investigaciones antes mencionado, las necesidades y deseos familiares, con mucha frecuencia y producto de las debilidades de los familiares socios, para manejar sus emociones y comunicarse de forma respetuosa, entran en conflicto con las exigencias empresariales inherentes al negocio, cuando entre otras razones, los más viejos creen sabérselas todas apalancados en su experiencia, o los más jóvenes desdeñan esa experiencia producto del conocimiento científico e innovador, que poseen sobre el sector productivo en que se desempeñe la empresa o el conocimiento en las nuevas tecnologías de información.  Si bien es cierto que con el paso del tiempo las experiencias curten a la persona y lo enseñan a predecir escenarios y situaciones, no es menos cierto que eso no lo hace dueño de la verdad. Es muy fácil criticar sin saber ser apoyo ni aportar soluciones. Es muy fácil criticar y no asumir responsabilidades, ver los toros desde la barrera para después con un alo de superioridad desde allá, muy lejos en la seguridad de las gradas, tratar de enseñar como se usa el capote. No amigo hay que mojarse, hay que leer e informarse sobre las diferencias de ser jefe y exigir respeto automático a su jerarquía o ser un líder que recibe respeto al mismo tiempo que lo da.  De igual manera, tampoco es menos cierto que la teoría científica a pesar de buena, necesita de la práctica constante para minimizar los errores e incluso aprender de ellos. Eso es lo que se convierte en experiencia con el paso de los años. Por lo tanto, es un error por parte de los socios jóvenes, no prestar atención al conocimiento curtido por el tiempo.  Lo más recomendable es que los más viejos acepten los cambios producidos por efecto del tiempo y, que los más jóvenes, acepten la experiencia como un método eficaz de aprendizaje. Razón tuvo Albert Einstain cuando dijo, que nada era absoluto y todo era relativo. Ambas condiciones deben ser complementarias para el éxito de la empresa familiar.  jjferminjr@gmail.com

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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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