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domingo, octubre 19, 2008

mujer: Las mujeres basamos nuestras relaciones en el diálogo»

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UNA VISIÓN PROFESIONALPERFIL

«Las mujeres basamos nuestras relaciones en el diálogo»

«Ante la crisis, lo que se necesita es imaginación y comunicación para diferenciarse»

  
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POR: MARIBEL LUGILDE MARCOS LEÓN MARCOS LEÓN ANA GARCÍA Y ALICIA SUÁREZ / COFUNDADORAS DE CADE COMUNICACIÓN

Los chinos lo tienen tan claro que lo han incorporado al código ideográfico en el que se basa su lengua: la palabra crisis es una combinación de dos conceptos: «peligro» y «oportunidad». En Occidente, obsesionados por minimizar riesgos, sólo captamos el primero. Esta reflexión es el punto de partida de la conversación con las periodistas y empresarias asturianas Ana García y Alicia Suárez, copropietarias de Cade Comunicación, con sede en Gijón, que nació en 2001 especializada en la confección de contenidos y que hoy -con el apoyo de dos periodistas y un plantel de colaboradores- tiene tres líneas de negocio: servicio de gabinete de prensa para empresas y organizaciones; gestión «llave en mano» de eventos, y formación especializada en comunicación, desde la interpersonal a la corporativa. 

Ambas están convencidas de que «ahora, más que nunca, las empresas tienen que diferenciarse para competir y eso pasa por poner en marcha la imaginación y desarrollar una comunicación excelente. Porque cuando las cosas van mal tienes que buscar nuevas salidas, nuevos públicos y eso se consigue básicamente con comunicación». 

-Pues seguramente habrá empresas que hagan justo lo contrario, cortar por lo que consideran accesorio, por ejemplo, su inversión en comunicación. 

-Sí es verdad que en tiempos de incertidumbre las empresas recortan gastos y las áreas de comunicación, marketing o publicidad suelen ser las primeras en sufrirlo, pero cada vez ocurre menos porque la cultura empresarial asturiana ha cambiado mucho y hasta la pyme más pequeña sabe que tiene que hacer un esfuerzo por dar a conocer su proyecto y productos. Nosotras, de hecho, no hemos notado la crisis en nuestra cartera de clientes, quizá sólo en el caso de alguna pyme. 

-Empezar siendo una empresa de redacción de textos debió de ser chocante al principio para muchos. 

-Sí lo fue. Es que nosotras veíamos que el panorama en la comunicación corporativa asturiana era el de empresas de publicidad que empezaban a ampliar sus servicios al campo de los gabinetes de prensa, pero todavía desde un planteamiento muy publicitario. Entendimos que nuestro valor añadido era básicamente que éramos periodistas, conocíamos el funcionamiento de los medios y dominábamos el lenguaje no estrictamente publicitario. Así que empezamos por ofrecer textos para discursos, artículos, publicaciones, notas de prensa, folletos, páginas web... y nos fue muy bien. 

-Y ahora, tras años de trabajo mejorando la imagen de empresas y organizaciones, ¿algún ejemplo de lo que no se debe hacer? 

-Sí, tenemos ejemplos de lo que nosotras llamamos la «anticomunicación». Hemos vivido el cambio de dirección de una organización empresarial que pasó de estar todos los días en los medios a casi desaparecer informativamente. El nuevo presidente entendió que «él no estaba para hablar con los medios, que ya tenía bastante con su empresa y la presidencia de la organización y que con una o dos veces al año, en los actos más destacados...». Nosotras llevábamos años trabajando para esa entidad y sentimos que toda esa labor se iba por la borda. De repente, ya no estaba disponible para los periodistas, ya no ofrecía datos ni opiniones de peso, dejó de ser referencia en su sector. Una pena... 

-¿A qué se deben esas reacciones? 

-Generalmente a una mezcla de aversión y, a la vez, adoración, a los medios. Fascinan pero producen respeto, es muy habitual. De todas formas, también se debe a un desconocimiento de lo que es realmente la comunicación. Esto nos pasa mucho cuando empezamos a trabajar para una empresa. Quieren tener una buena gestión de la comunicación pero no asumen que deba estar al nivel de los órganos de dirección, consideran que es un servicio externalizado más. No es así. 

-¿Cómo se convence a los más desconfiados? 

-Bueno, nosotras somos expertas en comunicación, así que tratamos de ir poco a poco dando a entender por dónde van los tiros. Y el asunto es de calado: si tú contratas un gabinete de prensa, tienes casi que replantearte lo que es tu empresa, es decir, volver a las preguntas «griegas» de ¿quién soy?, ¿qué mensaje quiero enviar?, ¿adónde voy? Todo ello con la ayuda del profesional de comunicación. A partir de ahí, volver a definir tu empresa, marcar una estrategia para expresar ese mensaje y hacer descansar la gestión en el departamento de comunicación. Y otro detalle: la comunicación se ve a largo plazo, es un día a día. 

-Un buen ejemplo puede ser la comunicación política. ¿Cómo ven el duelo Obama-McCain desde el punto de vista de la comunicación? 

-Las campañas políticas presidenciales son un claro ejemplo de que trabajar la imagen de un candidato es fundamental para conseguir lo que perseguimos. Lo estamos viendo desde hace meses en EE UU; por ejemplo, con el candidato Obama, que ya lo comparan con Kennedy, un pionero en estas lides. Pero si hasta Bush, después de su primer encuentro con Obama, lo primero que destacó fue que le impresionó su «atractivo» y su «forma de expresarse». George Washington levantaría la cabeza si viera que EE UU puede tener su primer presidente de color gracias a su «atractivo». Ahora bien, nuestra imagen, nuestros gestos, nuestra forma de expresarnos vende, pero debajo de ese envoltorio también tiene que haber bueno, si no todo lo que hemos conseguido se esfumará sin remedio. 

-Volviendo a su empresa, ¿qué trabajo reciente han realizado? 

-Hemos llevado el gabinete de prensa o hemos realizado acciones puntuales de comunicación para muchas empresas y organizaciones: Supermercados Más y Más, Unión Hotelera, Asociación de Librerías del Principado, Sociedad Regional de Turismo, Consejería de la Presidencia, Colegio Oficial de Químicos del Principado, Colegio Oficial de Administradores de Fincas del Principado, Fundación Oso de Asturias, Dirección General de Deportes del Principado, Club Hípico Astur de Gijón, Fundación Escuela de Negocios de Asturias, Fundación CTIC, Cámara de Comercio de Gijón, EBHI... En el campo de los eventos, hemos colaborado en todo o en gran parte de la organización de las últimas cinco ediciones de la Feria del Libro de Oviedo; la Pasarela Primavera del Espacio Buenavista, la inauguración de Laboral Ciudad de la Cultura y su quincena de puertas abiertas; la inauguración de Laboral Escena; la Jornada sobre el turismo de cruceros del Principado; el Congreso internacional de colposcopia y patología cervical; la Miniolimpiada de la química; el Congreso de la Asociación de Escritores Noveles; el Encuentro nacional de consejos escolares, el Congreso internacional de discapacidad y envejecimiento, la Vuelta científica a Asturias... En esta área, somos cofundadoras del grupo de empresas En Asturias, dedicado a la organización de eventos en el Principado. 

-¿Ser mujeres y jóvenes en el mundo de la empresa les ha hecho encontrar algún obstáculo no previsto? 

-Por ser mujeres, no; por ser jóvenes, al principio sí. Afortunadamente, la desconfianza duraba poco. Si eres profesional, ni el género ni la edad importan. Lo que sí es verdad es que las mujeres estamos mejor dotadas para la comunicación porque basamos nuestras relaciones en el diálogo, nos manejamos muy bien en este campo.

Ana García y Alicia Suárez (Oviedo, 1974) son licenciadas en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, en cuyas aulas trabaron su amistad. Ya entonces soñaban con tener su propia empresa de comunicación, aunque antes prefirieron adquirir experiencia en el periodismo activo. En el caso de Ana, máster en Dirección de Marketing, Comercial y Comunicación por Idecesem, trabajó para editoras y medios escritos, mientras que Alicia lo hacía además en productoras y televisión. En 2001 fundaron en Gijón Cade Comunicación, de la que son copropietarias. Alicia está casada y acaba de ser madre de su primer hijo, Ángel.


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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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