(Pulso) La discusión energética en Chile se ha enfocado en la dificultad que existe para desarrollar nuevos proyectos de generación. Ejemplos no faltan: Hidroaysén, anunciado hace ya ocho años, todavía no puede partir con sus obras; los tres proyectos a carbón que pretendían ubicarse en las costas de la comuna de La Higuera, Farellones (Codelco), Barrancones (Suez) y Cruz Grande (CAP), hoy no corren y el mayor complejo termoeléctrico del país, Castilla, fue bajado por la Justicia. Sólo por dar algunos ejemplos.
Pero no sólo es en ese eslabón donde el sector eléctrico presenta dificultades. Según varios ejecutivos, una de las restricciones más urgentes no es tanto la falta de proyectos de generación a firme, sino la debilidad que muestran las líneas de transmisión para transportar esa energía y la necesidad, imperiosa, de fortalecerlas.
En otras palabras: aunque se construya Hidroaysén, reflote Castilla, se desarrollen los casi 3.000 MW de pequeñas centrales hidroeléctricas potenciales que tiene toda la zona centro sur de país y sobre capacidad de generación… no habría cómo transmitir esa energía hacia los centros de consumo.
Esta fue una de las principales conclusiones del reciente Foro SIC, organizado por Editec en Concepción, y que reunió a representantes de varias de las principales empresas eléctricas que operan, precisamente, en el Sistema Interconectado Central.
En su presentación, uno de los expositores, el gerente de Planificación Eléctrica de Colbún, Gastón Zepeda, planteó que si bien en la compañía comparten el diagnóstico de que faltan proyectos andando para satisfacer la demanda futura que tendrá el sistema -"hacia el 2015 o 2016 habrán consumo eléctricos buscando suministro equivalentes al 25% del SIC y no hay nueva capacidad de generación de base en construcción", planteo-, también señaló que la inyección de energía desde Charrúa (cercanías de Temuco) hacia el norte enfrentará limitaciones no en el mediano plazo, sino que ya desde el próximo año y hasta 2017.
El ejecutivo dijo además que en la zona sur existe capacidad potencial de generación exportable hacia la zona central por unos 2.500 MW, pero que la capacidad de transmisión es de sólo 1.200 MW.
En su opinión, las opciones reales para incrementar la oferta en el SIC en el corto plazo están en el parque térmico de ciclo combinado, que con inversiones relativamente baratas podrían cerrar sus ciclos, aumentando la generación, a lo que suma fortalecer la red entre Charrúa y Alto Jahuel y desarrollar la capacidad hidroeléctrica en el centro-sur del país.
Para la primera propuesta, en centrales de ciclo combinado para operar con GNL se dan dos ejemplos claros: la Central Térmica Quintero, de Endesa, que pasaría de 240 MW de capacidad instalada a 360 MW (con un consumo de gas natural de 1,7 millones de metros cúbicos diarios) y Candelaria, de Colbún, que tendría un crecimiento y un consumo similar.
El vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Transelec, Eric Ahumada, sostuvo que todas las líneas troncales planificadas y en construcción se han atrasado. En el caso de la línea Charrúa-Cautín en 220 kV (200 kilómetros de longitud), su puesta en marcha original era de 37 meses, pero que el plazo final de construcción fue de 56 meses. Es decir, casi dos años de demora.
La línea Ancoa-Alto Jahuel en 500 kV (260 kilómetros) es otro ejemplo: el plazo original de construcción era de 39 meses, pero ya van 51 meses y todavía no finaliza.
"Las obras nuevas en construcción en el norte del SIC (línea 500 kV desde Polpaico a Cardones) entraría en servicio en 2018, por esa razón no se alcanza a resolver los problemas de congestión que habrán entre 2013 y 2017 en dicho tramo. Existen algunas alternativas que pueden ayudar a resolver este problema, como repotenciar las líneas existentes", señaló a PULSO el VP de Desarrollo de Negocios de Transelec.
En su presentación, Ahumada agregó que hay una necesidad urgente de anticipar soluciones a las congestiones. "El escenario de suministro entre 2014 y 2018 será atendido con la red existente, por lo que es urgente anticipar soluciones a las congestiones proyectadas, con costos de operación y costos marginales altos. Los proyectos de ley de Concesiones y Carretera Eléctrica no solucionan este problema en el mediano plazo, aunque sí ayudarán en el desarrollo de nuevas líneas", agregó.
A futuro, Transelec cree vital aprovechar mejor las franjas ya existentes, pues cada vez será más difícil construir nuevas líneas, sobre todo en zonas altamente pobladas, en especial en la Región Metropolitana.
GENERACIÓN Y TRANSMISIÓN
Eugenio Evans, socio de Fermandois, Evans & Cía., estima que en caso de que no entren algunas de las centrales que están más próximas a iniciar su construcción, como es el caso de Alto Maipo, la situación será más crítica. "De no ser así, a las restricciones de la transmisión habrá que sumar la escasez de generación de base y ahí la situación de abastecimiento se hará crítica. No dudo en avizorar permanentes decretos de racionamiento para los próximos años y, además, dificultades en la adjudicación de contratos licitados por las distribuidoras", plantea el experto.
El análisis de Saesa -cuya propiedad comparten los fondos canadienses Ontario Teachers y Alberta y que está ingresando al negocio de transmisión- es similar, aunque con más sentido de urgencia. Su gerente general, Francisco Alliende, dice que los problemas ya están comenzando a ocurrir.
"En el SIC, con bastante frecuencia se están produciendo desacoples entre el sistema del norte y el del sur por incapacidad de transmisión, lo que produce que funcionen dos sistemas distintos", señaló.
"A partir del año 2000 se registraron múltiples problemas que generaron restricciones en la línea de Transmisión Charrúa Temuco, lo que imposibilitó a Saesa a cerrar contratos. Luego, con las modificaciones legales para incentivar la transmisión el escenario mejoró bastante, pero hoy en día nos vemos complicados nuevamente", agregó.
La compañía, que opera en una de las zonas con mayores restricciones de capacidad, está trabajando en un modelo de desarrollo de conexión de proyectos de ERNC y de generación distribuida. A 2015 proyecta que se conectarán iniciativas por un total de 546 MW. No obstante, entre el sur de la región del Biobío y hasta Chiloé, los cálculos de Saesa proyectan un potencial de 3.450 MW, lo cual evidentemente no dará abasto para la escuálida capacidad de transmisión existente en el SIC.
Una opinión distinta es la que tiene AES Gener. Según el gerente comercial de la compañía, Juan Ricardo Inostroza, el principal problema sigue siendo la falta de proyectos de generación. "La transmisión tiene cuellos de botella transitorios por los atrasos de sus obras, pero no son problemas estructurales", planteó.
Fuente / Pulso |
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