Museo Santa Rosa de Las Condes acoge muestra sobre esplendor minero preincaico
Metalurgia precolombina. Rito, arte y oficio, se exhibe gratis hasta el 29 de julio.
por Jorge Letelier F.
Ampliar Como "una educación siúticamente europeizante", define el empresario y gestor cultural Carlos Cardoen al sistema cultural y educacional que hemos aprendido históricamente. Y no lo hace para entrar a la actual discusión sobre la calidad de la misma, sino que para referirse al olvido sistemático respecto del legado de los pueblos originarios.
La idea cobra fuerza a raíz de la exposición Metalurgia precolombina. Rito, arte y oficio, que desde el viernes pasado se exhibe en la Casa Museo Santa Rosa de Las Condes. Se trata de una colección que Cardoen comenzó a reunir hace más de veinte años, y que ha ejercido en él una fuerte fascinación, dado su formación original como ingeniero metalúrgico (posee un doctorado en el rubro).
"El coleccionista busca normalmente la belleza en el arte, pero más que lo estético yo quería acceder al saber del hombre andino, cómo obtenía sus metales, fundamentalmente el cobre, el oro y el platino", cuenta.
La muestra, que es presentada a través de la Fundación Cardoen, integra piezas reunidas por él, investigaciones diversas y cesiones que han hecho otros coleccionistas, con la que suma más de 500 piezas, algunas de hasta 4.000 años de antigüedad y de culturas andinas como la Moche, Chavín y Aymará.
La muestra se despliega con gran cantidad de información histórica y técnica en torno a los hallazgos, procesos de extracción de metales y fabricación de piezas, así como técnicas de repujado, ensamble y soldadura, los que sorprenden por su refinamiento y calidad pese a su aparente rusticidad tecnológica.
"El aporte que la muestra puede hacer, a nivel científico, es entender cómo el hombre lo hacía, cuál era su intención y resultado. Y te vas dando cuenta de qué minerales obtenían. Siento una profunda admiración por el hombre andino cuando te vas dando cuenta de sus capacidades, sobre todo cuando nos han enseñado que eran primitivos. Pero ves el diseño de sus objetos, ollas, incluso desarrollaron alfileres de gancho, objetos de cobre que doraban con oro. Eran sofisticados y sensibles", explica Cardoen.
Tres piezas destacan nítidamente en la exposición que luego de presentarse en Iquique, Antofagasta y Santiago, quedará en el Museo de Colchagua, en Santa Cruz. Una réplica de El hombre de cobre (comúnmente conocido como "el primer minero de Chile"), una momia encontrada en 1899 en la actual mina de Chuquicamata, que muestra a un minero indígena cubierto con sulfato de cobre, y cuyo cuerpo está en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
También una copia de la máscara mortuoria y utensilios del Señor de Sipán, la tumba de un rey preincaico, de la que algunas piezas están hechas de cobre trabajado. Y restos correspondientes a la Huayra, unos hornos con que los aymarás manipulaban los metales y que los trabajaban en antiguas fundiciones.
"Los aymarás tenían la costumbre de producir sus metales, especialmente cobre, a nivel familiar, y lo hacían a través de estos hornos que eran soplados", dice Cardoen. "Es un mundo espectacular", concluye.
Saludos
Rodrigo González Fernández
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