La deuda que tenemos con el caballo chileno
el gran alcatraz
27 agosto, 2012
Por Arturo Montory G.
Debemos partir de la base que la crianza de nuestro caballo es dirigida desde cientos de años, o sea la mano del criador diseña los productos que van a nacer o por lo menos lo pretende, al cruzar los diversos ejemplares, siempre busca algo que le parece acertado para sus pretensiones creadoras.
Desde tiempos muy antiguos como sabemos se seleccionó para el paseo elegante, el caballo de carga de largas distancias, de ejemplar mas vaquero para recorrer los cerros en busca de ganado, el ejemplar apto para rienda, del bueno para el rodeo, en fin, las múltiples aplicaciones funcionales que ofrece la raza, y también el que criaba para tener los mas bonitos y casi ni los amansaba.
Así se fueron eliminando los caballos de Brazo, los de Paso, los Aguilillas, los espantadizos, los tropezadores, los de colores overos, los demasiado grandes, los duros de boca, los excesivamente nerviosos, los muy lerdos, en fin, a través de los años se fue quedando en los criaderos los caballos exclusivamente "corraleros" como es en la actualidad.
Por las años 1700 ya se "arreglaban" en la rienda de la forma actual, o sea eran los mismos ejercicios, y de ahí derivaron al rodeo hace 150 años, y se siguió con la rienda, el rodeo y por supuesto las exposiciones de morfología de fines del 1800.
Pero el drama es que la crianza y algunos criadores se fueron diferenciando en sus gustos, por lo cual en 1930 se confeccionó el standard de la raza, con el fin de uniformar y guiar al criador.
Lejos de cumplir a fondo su cometido se fue distanciando el gusto del criador, algunos se dedicaron al caballo de exposición, ese era su gusto y nada mas, como Francisco Antonio Encina en El Durazno, Cesar Rozas en la Sexta de Longavi, Alberto Echenique en Idahue, Aculeo de Miguel Letelier, José María Hurtado de Los Maquis, Alberto Araya de La Invernada, y algunos otros, que seguían sin duda el standard de la raza diseñado, pero a otros criadores les interesó mayormente el caballo de vacas, ajeno a su prioridad morfológica, como Estanislao Anguita de Curiche, Darío Pavez de Las Camelias, Santiago Urrutia de Los Tilos, y algunos otros, lo que produjo un casi total divorcio entre el caballo destacado de exposiciones contra el bueno para la vaca, marcharon por carriles separados durante muchos años, y hoy no ha cambiado mayormente, teniendo como casos destacados a Malulo que fue Campeón de Chile de rodeo y Mejor Ejemplar de la Raza en muchas exposiciones, a Cachupin Campeón de Movimiento a la Rienda y muy bueno de vacas, Ñipan Campeón de Chile de rodeo y de gran Sello de Raza, Reservado y Rival campeones de Chile de rodeo, y ganadores del Sello de Raza, Pelotera Campeona de Chile de rodeo y ganadora de Sello de Raza, Fiestera campeón de Chile de rodeo y ganadora de Sello de Raza, Melì ganador de Sello de Raza y Mejor Ejemplar de la Raza en Exposiciones, por dar algunos poquísimos ejemplos, pero Caballos Completos, esto es grandes en Movimiento a la Rienda, en Rodeo, en Exposiciones y de gran sello racial, ninguno en toda la historia, un pobrísimo resultado de mas de 200 años de crianza.
Por supuesto como dijimos no por culpa de los caballos sino de los que dirigen su reproducción, los que han elegido un tipo determinado de ejemplar, y que por casualidad aparecen algunos mejores que otros, pero no por una búsqueda metódica y científica.
Para todos es conocido de sobra que el deporte del rodeo acapara toda nuestra atención, muy lejos sobre cualquier otra consideración en relación al caballo nuestro, lo que no critico sino muestro una realidad. Sin el rodeo el caballo chileno habría desaparecido hace muchísimos años, es una realidad también.
El rodeo crece y crece, al año se efectúan más de 500 rodeos federados, y en otras instituciones similares otros 500, en fin muchísimos, han crecido un mil por ciento en relación a 50 años atrás, 30 al año se organizaban en 1955, pero las Exposiciones que solo las efectúa la Federación de Criadores, hizo 21 la temporada pasada, o sea se han mantenido por años, no aumentan en nada, eso marca una clara tendencia "corralera absoluta", para que decir el Movimiento a la Rienda, que en los años 1920 al 1950 era el deporte por excelencia, ahora no hay mas de 10 "conjuntos" de calidad en el país, el premio Sello de Raza es obligatorio en cada rodeo del año 1971 en adelante.
Entramos al siglo XXI y las cosas han cambiado, en ampliamente conocido que los criadores de "criollos" en Brasil principalmente, aunque nos duela nos están superando y con nuestros propios caballos chilenos, pero con su "mano criadora".
La yegua Oraca do Itapororò es reconocida en Brasil como el Mejor Ejemplar Criollo de la historia, ha obtenido el mas alto puntaje en Morfología en el Freno de Oro y es entera chilena.
Eso demuestra que nosotros podemos competir de igual a igual con cualquiera, la materia prima nos sobra, pero debemos enfocarnos de una manera más moderna y con otros fines,
el lograr el Caballo Completo de Pura Raza Chilena.
Para ello proponemos a consideración de todos los aficionados reunir en uno solo todos los deportes practicados por nosotros los huasos, o sea unir Morfología, Movimiento a la Rienda, Sello de Raza y Rodeo, todos desarrollados de una sola vez y en un mismo ejemplar.
Nada que cambie el arreglo, ni nada, solo aplicado en conjunto y con un mismo jinete.
Propongo la evaluación de un 26% en Morfología, un 33% en Movimiento a la Rienda, un 8% por sello racial y un 33% en Rodeo, final 100%.
Este nuevo deporte debe desarrollarse en una medialuna y las pruebas consecutivas, o sea en una misma jornada y en el mismo caballo para todas. Jurada por especialistas en cada prueba.
Esto permitirá evaluar y aquilatar un caballo completo, que resista las máximas exigencias y que sin duda alguna será un gran reproductor, macho y hembra.
Siempre privilegiando su calidad funcional pero dentro de un caballo lo mas perfecto morfológicamente, pero haciendo este deporte masivo para tener una gran cantidad de caballos correctos y completos.
Estas son ideas centrales que habría que reglamentar adecuadamente, pero es una posibilidad de acercarnos e incluso sobrepasar las crianzas extranjeras, porque aquí tenemos la materia prima pura y completa. Por lo demás esto no es un mero capricho de inventar pruebas nuevas, sino una necesidad de la raza y su sobrevivencia futura.
Los chilenos han sido y serán grandes criadores, lo han demostrado por cientos de años, solo falta modernizarse en relación a las nuevas exigencias del mundo ecuestre mundial y abrazar la bandera de nuestro país, ni achicarnos por estar tan arrinconados geográficamente. Lo valiosos es mejorar y entrar en la competencia mundial con nuestro propio caballo puro y hacerlo desde Chile.
Como toda idea nueva, al principio choca y se es reticente a probarla, pero debemos meditarla con calma y veremos que es posible implementarla y con éxito.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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Don Arturo, definitivamente lo mas bonito y sensato que he leído últimamente, y creo que son muchos los que piensan como usted, y tambien es verdad que tenemos caballos muy bien hechos morfológicamente y funcionales, pero una gran pena que hayan tenido que salir al extranjero para ser realmente valorados y lo peor que ya no sean caballos CHILENOS, sino CRIOLLOS, creo que a muchos que nos sentimos y somos amantes de nuestra cultura HUASA, nos gustaría que se masifique y se den más oportunidades a la crianza de nuestros caballos, poder tener acceso a las sangres de elite y dedique más atención a lo nuestro o a futuro también tendremos que disputar su nacionalidad o procedencia tal como pasa con el pisco, las empanadas o las papas,si nos sentimos Chilenos defendamos lo que es propio y ésto se puede lograr manteniendo mejor en casa...
ResponderBorrarAtentamente
Mario González B.