RESPONSABILIDADA SOCIAL EMPRESARIAL: posición solidaria más allá del lucro

Soledad Teixidó:
posición solidaria más allá del lucro

La Responsabilidad Social reemplaza aquellas visiones paternalistas por alternativas eficientes de promoción que exploten las capacidades de las personas. Soledad Teixidó, experta en este campo, puso de moda el tema en Chile. Durante su visita al Ecuador, Cosas conversó con ella.

La presidenta de Prohumana propone que de los grupos favorecidos con las iniciativas surjan protagonistas que conozcan y manejen los proyectos para que con el paso del tiempo y de la capacitación correspondiente, sean ellos quienes tomen la posta del manejo de dichos proyectos. "Al ver a la Responsabilidad Social no como una mera acción de Relaciones Públicas o marketing social, como un compromiso verdadero, lo que interesa es que esa acción llegue a su verdadero objetivo y a su verdadero público".

la Responsabilidad Social no es filantropía ni caridad, es una actitud frente a un futuro compartido tendiente a desarrollar una sociedad inclusiva, plural y justa. Soledad Teixidó, lo sabe y lo vive. Ella preside la fundación Prohumana, una organización sin fines de lucro, que desarrolla su trabajo en el área de la Responsabilidad Social Empresarial y Ciudadana en Chile. En la práctica, Prohumana, se ha convertido en un puente entre varios actores para proponer, viabilizar y asesorar en temas en su ámbito.
Ella llegó a nuestro país, para participar en el III Foro de Responsabilidad Social Empresarial y Gobernabilidad, organizado por Seminarium y Samper Head Hunting. Compartió micrófonos con Alejandro Toledo, ex presidente peruano, para hablar del tema.
La Responsabilidad Social es un llamado amplio que convoca a gobiernos, empresariado y sociedad civil. Cada uno de ellos, en su propio ámbito, tiene un compromiso con la construcción de una sociedad mejor, más justa y con oportunidades de crecimiento para todos. El Gobierno por antonomasia es el llamado a llevar esos planes adelante, pero no es el único. Dejar esta tarea solamente en sus manos, no sólo sería iluso, sino que sería adoptar una posición cómoda. El fin de la empresa privada es trabajar por una utilidad, por el lucro. Esa verdad innegable no está peleada con una posición solidaria frente a grupos más vulnerables. La sociedad civil, el ciudadano común, también puede adoptar una participación activa frente al tema. Saber la realidad de los más frágiles de la sociedad es el primer paso para sensibilizarse frente a estos grupos. Por otra parte, cuando somos sensibles, nos convertimos en consumidores responsables, observando y exigiendo prácticas igualmente responsables a los distintos proveedores de bienes y servicios que ocupamos en nuestra vida.
Teixidó deja claro que para una acción de Responsabilidad Social efectiva, es necesario ser eficiente. Las metas planteadas deben ser tan exigibles como la de cualquier empresa, ya que la visión de su acción no es la de la simple buena voluntad. "Cuando enfocas tu solidaridad como caridad, ayudas sin estar pendiente del destino de esa ayuda. La Responsabilidad Social es diferente. Tú estás involucrada hasta el punto de saber cómo esa ayuda se está concretando y llegando a las metas planteadas". Para ello es preciso ser autosustentable. Es decir debe estar respaldada por una planificación y una gestión económicamente efectiva que permita continuar con el trabajo a través del tiempo.
La Responsabilidad Social implica algunas etapas, todas igualmente importantes: El planteamiento de las acciones, debe recoger efectivamente las necesidades de los grupos vulnerables con los que se decide trabajar. Al ver a la Responsabilidad Social no como una mera acción de Relaciones Públicas o marketing social, como un compromiso verdadero, lo que interesa es que esa acción llegue a su verdadero objetivo y a su verdadero público.
El desarrollo de esas acciones está visualizado bajo parámetros de transparencia, cooperación y reciprocidad. Ello implica que cuando se forja un proyecto de Responsabilidad Social, éste debe ser auditable, público, y con participación de los grupos involucrados que finalmente propugne el empoderamiento de grupo al que van dirigidos. ¿Qué significa esto?, Soledad lo explica fácilmente: "No queremos pescar para ti, queremos enseñarte a pescar…", con esta frase figurada, la presidenta de Prohumana propone que de los grupos favorecidos con las iniciativas surjan protagonistas que conozcan y manejen los proyectos para que con el paso del tiempo y de la capacitación correspondiente, sean ellos quienes tomen la posta del manejo de dichos proyectos.
En fin, la teoría de la Responsabilidad Social es fascinante y la práctica es más todavía. Grupos que han encontrado en propuestas bien estructuradas, no sólo una fuente de ingresos, en algunos casos, o una conciliación con el medio ambiente, sino que han fortalecido su autoestima participando de un capitalismo inclusivo que pretende así buscar y generar herramientas que mejoren las condiciones y la calidad de vida de las personas, reemplazando visiones paternalistas por alternativas eficientes de promoción humana que exploten las capacidades de las personas para su beneficio. Una propuesta interesante en la que todos, desde los distintos ámbitos, podemos estar incluidos.

María Eulalia Silva
Fotos: Diego Rodríguez

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NOTA: Luego de concluir un diplomado en Las Naciones Unidas, veo que en Chile se trabaja bien la RSE.Sin embargo falta mucho en promomoverla en las pequeñas empress.Hay que capacitar a ese sector.

Saludos
Rodrigo González Fernández

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