La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, manifestó que el gobierno respaldará la continuidad de José Miguel Insulza como Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), durante su intervención ante el Consejo Permanente de dicho organismo, en su segundo día de actividades en Washington. "Creemos que José Miguel Insulza ha demostrado el compromiso y la capacidad para contribuir exitosamente en estas tareas, por lo que mi gobierno apoya decididamente la continuación de su esfuerzo y de su visible aporte a la región", expresó la Jefa de Estado.
Del mismo modo, dijo que en pos de avanzar hacia un consenso regional sobre los temas básicos para el desarrollo de una política a nivel hemisférico, "lo importante es que continuemos esforzándonos bajo su liderazgo, en traducir estas convergencias en acciones concretas para proveer a nuestros conciudadanos de los bienes públicos necesarios para el pleno desarrollo de sus potencialidades".
La Mandataria sostuvo que a través de la OEA, "más allá de legítimas visiones y proyectos, debemos ser capaces de abordar conjuntamente problemas comunes", tales como el desarrollo social, la igualdad de oportunidades, la energía, el medio ambiente, la conectividad, la educación, la seguridad pública, los derechos de los pueblos indígenas y las migraciones.
Resaltó que "Chile ha hecho una opción clara y decidida por el multilateralismo", precisando que la OEA "es el único foro que tiene esta convocatoria hemisférica y es un patrimonio político que debemos preservar. Ciertamente es perfectibe, pero no nos parece sustituible". Añadió que otras instancias regionales como Unasur o el Grupo de Río, deben "complementar sus esfuerzos y capacidades para hacer una mejor región para cada uno de sus habitantes".
La Presidenta Bachelet sostuvo ante el Consejo Permanente de la OEA que "la cultura democrática es un patrimonio de todos" y que "el buen funcionamiento de un sistema democrático requiere también de más y mejor protección social", ya que permite producir bienes que contribuyen a resolver los problemas de la gente, subrayando que "las condiciones de exclusión y desigualdad que aún subsisten en nuestra región son un gran obstáculo para el logro de estos objetivos".
Sin embargo, manifestó que "en Chile, como en otros países de la región, hemos establecido diversos programas de apoyo directo a familias de extrema pobreza, y tenemos interés en compartir los resultados de nuestros esfuerzos, porque cada país tiene múltiples estrategias".
En esta línea, anunció la firma de una Carta de Intenciones con el Secretario General de la OEA para promover la transferencia de experiencias en materia de programas innovadores de combate a la pobreza y la inequidad, "con el propósito de contribuir a la promoción integral del desarrollo y la inclusión social", precisó.
En su discurso, la Jefa de Estado planteó la necesidad de avanzar hacia una mejor y mayor seguridad ciudadana, ante "la creciente amenaza de violencia delictual, crimen organizado y narcotráfico en nuestra región, que afecta a la sociedad en su conjunto, deteriora la calidad de vida de la gente y genera un temor permanente". Al respecto, señaló que la respuesta de Chile a este problema, parte por una "mano firme para luchar contra la delincuencia y la inseguridad", pero al mismo tiempo, "mano inteligente" para hacerse cargo de las raíces del problema, como lo son la violencia intrafamiliar, el abuso o el abandono, "que generan mayores riesgos de conducta desadaptativa en la juventud y luego en la adultez".
En otro plano, abogó por el fortalecimiento de la labor conjunta con la Organización Mundial de la Salud (OPS), para implementar la campaña regional para el cumplimiento de los Objetivos de Salud del Milenio, como lo son la reducción de la mortalidad materno-infantil, poniendo como ejemplo los programas de formación de matronas que desarrolla nuestro país con Bolivia, Ecuador y Paraguay.
Finalmente, la Mandataria expresó que "todos los esfuerzos que se hagan en materia de modernización del Estado, acceso a la justicia, transparencia y probidad, son esenciales", resaltando que "el buen funcionamiento institucional requiere de acuerdos políticos y sociales que fortalezcan la gobernabilidad".
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