A movilizarse por las personas
Todos sabemos la inmensa recepción ciudadana que ha tenido el movimiento estudiantil, la cual ha sido cimentada principalmente por el diagnóstico conjunto de todos los sectores sociales chilenos, que estiman que nuestro sistema educacional requiere de profundas reformas...
- los chilenos quieren que los dejen elegir con libertad.
- generar una movilización que apunte al fortalecimiento de la sociedad civil
Todos sabemos la inmensa recepción ciudadana que ha tenido el movimiento estudiantil, la cual ha sido cimentada principalmente por el diagnóstico conjunto de todos los sectores sociales chilenos, que estiman que nuestro sistema educacional requiere de profundas reformas. Ese diagnóstico fue el que le permitió al movimiento contar con tan altos índices de adhesión y el que lo hizo tan fuerte. Sin embargo, si analizamos las propuestas estudiantiles, nos daremos cuenta de que la inmensa mayoría social chilena no quiere que en Chile se imponga un modelo como el que los estudiantes movilizados nos quieren imponer, puesto que los chilenos quieren que los dejen elegir con libertad.
El verdadero espíritu de la movilización de 2011 ha sido la convicción de los dirigentes universitarios acerca del Estado como el gran actor capaz de transformar la realidad y lograr condiciones de vida más justas para los chilenos. La premisa estatal de la que parte este movimiento no se condice para nada con el mensaje de la ciudadanía chilena que pide por mayores cuotas de participación política, económica y social, puesto que apunta a la generación de un modelo social en el cual el Estado es el que toma las decisiones por las personas, impidiéndoles el uso de su libertad, y el acceso a la verdadera participación.
Quienes creemos en el poder de la libertad debemos estar alertas frente a la embestida estatista que hoy se nos presenta en variados ámbitos. Para ello es necesario que demostremos a los chilenos que la verdadera fuente del cambio social reside en la sociedad civil, es decir, en la organización libre de las personas, que se agrupan por ciertos objetivos. Debemos también mostrarle al país que mientras más poder le entregamos al Estado, menos capacidad de decisión le dejamos a las personas. Y la disyuntiva sigue siendo la misma: el Estado al servicio de las personas, como creemos, o bien todo para el Estado y nada fuera del Estado, como proclamaba Mussolini y en general todos los socialismos.
En vista de los inmensos desafíos que este año se han planteado a quienes creemos en el poder de las personas y en la libertad, debemos ser capaces de generar una movilización que apunte al fortalecimiento de la sociedad civil, a través de la creación y desarrollo de múltiples iniciativas sociales. Así se producirá el cambio cultural que reivindique a todos los chilenos como los legítimos encargados de producir las transformaciones sociales que Chile necesita.
Fuente:DF
Saludos
Rodrigo González FernándezDiplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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