¿Cómo Eike Batista perdió casi toda su fortuna en apenas un año y medio?
El multimillonario brasileño vive momentos de apremio ante el descalabro de su imperio de empresas "X". Errores en las proyecciones de productividad de sus compañías y una alta deuda financiera lo tienen al borde de la cornisa.
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Los últimos meses han sido un verdadero infierno para el multimillonario brasileño Eike Batista (56 años), quien ha visto en primera fila cómo su fortuna se redujo a US$900 millones desde los US$+29 mil millones que tenía hace 19 meses, según la revista Forbes.
Considerado como uno de los magnates más importantes de la nueva generación de empresarios de Brasil, durante los últimos ocho años aprovechó el boom de los mercados emergentes para levantar un imperio de empresas bajo el nombre de EBX.
Sus proyectos —principalmente en el área energética, minera y logística— eran admirados y financiados por un mercado financiero que rápidamente se subió al carro de Eike con el objetivo de tener una tajada del éxito de las empresas "X", letra que el mismo Batista se encargó de difundir que era el signo de multiplicación de la riqueza.
En reuniones con inversionistas y analistas derrochaba optimismo y solía decir que se transformaría en el hombre más rico del mundo, desplazando del trono al fundador de Microsoft, Bill Gates.
El meteórico ascenso de Batista amenazaba con tomar posiciones de gran escala en la competitiva industria petrolera internacional y ser un actor relevante en mega proyectos eléctricos dentro y fuera de Brasil, incluyendo Chile.
Las promesas que Eike no cumplió
Para financiar esta expansión, Batista obtuvo recursos frescos de la banca y de inversionistas institucionales que no dudaron en comprar los bonos que emitieron las empresas EBX.
Pero en junio del año pasado comenzaron los problemas. Una de las filiales petroleras del magnate llamada OGX informó que no cumpliría con la producción de 20 mil barriles diarios que había anunciado y que sólo había logrado 5 mil barriles por día.
Fue un golpe demoledor para Batista y sus inversionistas que comenzaron a presionar al empresario para que reestructurara sus millonarias deudas y vendiera algunos activos.
El magnate cedió y en julio de este año vendió el control de la eléctrica MPX a sus socios alemanes de E.ON. Lo mismo hizo con su minera MMX que vendió un puerto en el sur de Brasil a Trafigura Beheer BV y a Mubadala Development Co. en US$400 millones.
Abatido por esta crisis, Batista —acostumbrado a subir comentarios en twitter— desapareció del mapa de los medios de comunicación y solo dio una entrevista a The Wall Street Journal donde culpó a los ejecutivos que conducían OGX de no informarle sobre las reales proyecciones de la empresa.
"Soy el propietario de un gran conglomerado. Yo solo no puedo hacerlo. Digamos que soy el
propietario de un hospital, pero sin 50 cirujanos en sus especialidades no eres nada (...) No le pedirías al propietario de un hospital que te opere un riñón", dijo Batista hace menos de un mes.
La última carta en Nueva York
Con el paso de los meses la situación financiera de las empresas "X" comenzó a agudizarse y esta semana OGX informó que no pagaría US$45 millones en intereses que debía cancelar a sus acreedores.
La empresa en cuestión —cuyas acciones han caído más de 90% en la bolsa de Brasil—, posee bloques de exploración en Brasil y Colombia y su deuda en bonos asciende a US$?3.600 millones cuyos principales acreedores son los gestores de inversiones BlackRock y Pimco.
Las deudas de Batista también ha "salpicado" a los bancos brasileños Itaú, BNDES, Bradesco y BTG Pactual (dueños de Celfin) que le extendieron millonarios créditos. Este último sería uno de los más afectados ante una eventual quiebra ya que este año le habría dado una línea de crédito por US$1.000 millones.
La situación de OGX ha arrastrado al astillero de Batista OSX, que tiene una serie de compromisos con la empresa de petróleo y según analistas, es una de las candidatas a caer en quiebra si es que no consigue recursos antes de fin de año.
Según el diario Folha de Sao Paulo, los asesores de Batista visitarán la próxima semana algunos bancos en Nueva York para conseguir un crédito por US$500 millones y evitar la quiebra de la firma.
Castilla: La fallida incursión en Chile
A fines de 2008 una noticia remeció al mercado eléctrico chileno: Batista anunciaba la tramitación ambiental de Central Castilla, termoeléctrica con capacidad de 2.100 MW y una inversión de US$?4.400 millones. La mayor carbonera del país haría su debut en 2012 pero después de una larga travesía, la Corte Suprema decidió revocar los permisos ambientales ya concedidos, declarando la muerte de Castilla.
Si bien desde MPX han comentado su intención de seguir invirtiendo en el país impulsado por la demanda esperada y precios atractivos, los que ahora tomaron el mando son los alemanes de E.ON, gigante europea que tomó el control del proyecto en el país.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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