Minicumbre en Fráncfort sobre la crisis financiera europea
Merkel, Sarkozy, Trichet, Draghi, Van Rompuy y Lagarde discuten optimizar el fondo de rescate para apoyar a España e Italia
Sarkozy saluda a la alcaldesa de Fráncfort, Petra Roth, a su llegada a la ciudad alemana. THOMAS LOHNES | AP
El eje franco-alemán, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se han reunido en Fráncfort (Alemania) en una minicumbre informal para acercar posiciones sobre la estrategia a adoptar para resolver la persistente crisis de la deuda de la zona euro, que bloquea financieramente a Europa y desestabiliza económicamente al resto del mundo.
Aprovechando la ceremonia de despedida de Jean-Claude Trichet como presidente del BCE, la cancillera alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Trichet y su sucesor a partir de noviembre, Mario Draghi, y la directora del FMI, Christine Lagarde, se han reunido para discutir la recapitalización de la banca europea, un plan de rescate definitivo para Grecia y la optimización del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
A la reunión, se han sumado el presidente de la Unión Europea (UE), Herman van Rompuy, los ministros de Finanzas de Alemania y Francia y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Atacar los problemas de raíz
Antes de comenzar la reunión, Merkel ha indicado que "hay que atacar los problemas de raíz" y aprovechar la actual crisis como "una oportunidad" para reforzar el gobierno económico de la zona euro mediante mayores exigencias de disciplina presupuestaria y de coordinación de la políticas económicas.
Alemania y Francia, según fuentes comunitarias, están trabajando sobre la posibilidad de multiplicar la capacidad de actuación del fondo europeo de rescate mediante su utilización como una especie de mecanismo asegurador para respaldar la deuda pública de los países bajo acoso, como España e Italia.
Esta fórmula permitiría multiplicar la capacidad de actuación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera más allá de sus 440.000 millones de euros actuales hasta 1 billón o más sin necesidad de incrementar las garantías o aportaciones de los estados al mismo.
El fondo garantizaría a los inversores hasta un 20% de eventuales pérdidas por la compra de bonos de los estados que se han visto contagiados por la crisis griega, como España e Italia, lo que rebajaría los tipos de interés exigidos y frenaría la especulación. Como no existe ningún riesgo real de que ambos estados puedan quebrar y que se produzcan esas pérdidas, el fondo europeo no sufriría ningún quebranto y ampliaría enormemente su capacidad de acción.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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