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Carolina Schmidt
Ministra Servicio Nacional de la Mujer
En Chile, la pobreza tiene rostro de mujer. Son las mujeres las mayores víctimas de la inequidad que afecta a nuestra sociedad. El debilitamiento de los vínculos estables ha provocado que las familias monoparentales sigan incrementándose. Hoy, el 48% de los hogares indigentes son sostenidos por una mujer. El debilitamiento de la familia, el desempleo y la imposibilidad real de conciliar el cuidado de nuestros hijos con las rigideces del mundo del trabajo han transformado a las mujeres más vulnerables en el corazón de la indigencia dura de nuestro país, alcanzando ellas la mayor tasa de desempleo, la que supera el 55% según la última Casen.
A pesar de los grandes obstáculos que deben enfrentar, hoy son miles y miles las mujeres que en Chile intentan sacar adelante a sus familias dando muestras de enorme fortaleza, entrega y decisión. Sin embargo, se enfrentan a una encrucijada dolorosa e injusta: optar entre trabajar o cuidar a sus hijos. El sistema actual dificulta enormemente la posibilidad real de conciliar ambas necesidades.
Cambiar esta situación es un gran desafío que tenemos por delante. Hombres y mujeres necesitamos la oportunidad de trabajar y cuidar a nuestras familias adecuadamente. Nuestros hijos son el mayor valor que tenemos y el futuro de Chile. Implementar un nuevo marco regulatorio para la familia trabajadora es una prioridad para este Gobierno.
Es indiscutible. Nuestra actual legislación laboral de protección a la maternidad está obsoleta. Modernizarla de manera integral es el desafío. Dada la complejidad del tema, una de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno fue convocar a una comisión transversal de expertos, de reconocida trayectoria en el mundo del trabajo, salud, familia, economía, entre otros, para la elaboración de una propuesta que permitiera establecer los criterios base para la modernización de nuestra legislación. Esto, con tres grandes objetivos: Garantizar el mejor cuidado de nuestros hijos; eliminar las barreras que impiden la generación de oportunidades de trabajo remunerado para las mujeres vulnerables, y fortalecer la familia, aumentando la corresponsabilidad de padres y madres en el cuidado de nuestros niños.
Chile no superará la pobreza si la mujer no tiene la oportunidad real de incorporarse al mundo laboral. Esto no será posible sin cumplir con los objetivos mencionados. Hoy, tres meses después de una intensa labor, la comisión presidencial "Mujer, Trabajo y Maternidad", con más de 125 horas de intensas sesiones, habiendo recibido en audiencia a decenas de expertos, a más de 48 instituciones gremiales, sociales y sindicales, y luego de haber visitado cada una de las regiones para considerar las problemáticas y necesidades particulares, hace entrega de una propuesta con los criterios a considerar para el nuevo marco regulatorio.
La propuesta de la comisión será estudiada por el Ejecutivo y analizada en conjunto con los parlamentarios, para el desarrollo de un proyecto de ley consensuado a presentar durante el segundo semestre. Las familias trabajadoras de nuestro país merecen una legislación que proteja a nuestros hijos, incentive la lactancia, fortalezca la familia, genere oportunidades de empleo, permitiendo una verdadera conciliación entre familia y trabajo. Porque en nuestro país ser madre no puede ser un impedimento para tener un trabajo, y tener un trabajo no puede ser un impedimento para ser una buena madre.
Saludos,
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIENTO DE ONU
Celular: 93934521
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