La CUT: Los momios de la izquierda
No soy adivino ni pretendo serlo. Pero puedo presagiar, y casi asegurar con certeza, que sé lo que ocurrirá el 1º de mayo.
Al igual que todos los años, hará un discurso el Presidente de la CUT, Arturo Martínez: en él criticará a la derecha, al Presidente Piñera, a la Ministra del Trabajo, a Pinochet, al modelo neoliberal, exigirá sindicalización forzosa como antaño, demandará el término del sistema binominal y del Tribunal Constitucional, etc. Dicho discurso, copiado y pegado de la arenga del año anterior, será oído –la verdad nadie va allí a oír nada que no sea al grupo invitado de turno- por los mismos del año pasado: los mismos anarquistas, los mismos strippers, los mismos tres diputados del PC (mismo partido cuyo diario "El Siglo" no respeta los derechos de sus trabajadores), los mismos hombres con pañuelos en la cara con intenciones no muy santas, y la misma pléyade de dirigentes románticos que defienden un modelo de sociedad de comienzos del siglo veinte.
Pronostico, asimismo, que los encapuchados de siempre cometerán actos de vandalismo. Y como todos los años, le echarán la culpa a la represión policial. Como si fuera posible no reprimir la violencia, los rayados, los saqueos y el lumpen. Las culpas del neoliberalismo las pagarán los ventanales de alguna multinacional y una que otra farmacia.
Al igual que en años anteriores el Pueblo Unido, con mayúsculas, ese que de verdad jamás será vencido, no estará en la marcha. Y que una vez más la CUT mentirá sobre el número de asistentes, inflándolo. Igual como infla el número de sus afiliados y el número de sus sindicalizados pertenecientes al sector privado.
Estos presagios son todos hechos "sobre seguro", porque son solo presunciones construidas sobre la base de hechos conocidos. Es cosa de ver lo ocurrido el año pasado, y el anterior, y el anterior a ese. Mientras la CUT mantenga su actual dirigencia, podrían perfectamente no hacer acto y los periodistas o estudiantes en práctica podrían ni asistir y publicar la "noticia" al día siguiente. No importa: nadie se daría cuenta.
La CUT hace rato que debió –en jerga computacional- apretar F5, o en castellano, actualizarse. En lugar de eso, se estancan en el pasado y la dialéctica marxista trasnochada y pasada de moda. La CUT, la que se hace llamar la representante de los trabajadores, vive aislada de la política real. La CUT y sus propuestas son lo más conservador que le queda en Chile a la oposición. Sin temor a equivocarnos, podríamos definirlos como "el momiaje" de la izquierda.
Ese encapsulamiento "momio" de la CUT se refleja en su actuar interno: su discurso público demanda aumentar la democracia. Pero ante la consulta de establecer el sufragio universal para los gremios afiliados a la Central Unitaria de Trabajadores, en el 9º congreso del organismo multisidical, cerca del 90% de los que votaron –no, no se asuste señor Lector, son solo como 800 no más- rechazaron el sufragio universal para elegir presidente y directiva.
Comprensible y lógico, en ese escenario, es que en lugar de preocuparse de temas gremiales, la mayor preocupación de su presidente es "sacar a la derecha de La Moneda". Su actual presidente, quien va por su quinta reelección –vaya alternancia en el poder- y quien debería haber dejado su cargo el año 2009 por la incompatibilidad constitucional de ser dirigente sindical y derrotado candidato a diputado por el Partido Socialista (1) , señala como parte de su compromiso como presidente de la sindical que es "tenemos tres años por delante" para "actuar con sabiduría, lucha y movilización para enfrentar a la derecha y sacarla del gobierno", discurso que habría sido perfecto para la Asamblea del Partido Socialista… pero que dicho al inaugurar el 9º Congreso Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores suena feo.
Como se extrañan los dirigentes de antes. Como no contrastarlo con Don Clotario: "somos gremialistas y no políticos (…) Buscamos el perfeccionamiento económico, cultural y social; el perfeccionamiento moral de nuestros asociados, basados en principios de honradez, disciplina y sacrificio". Otros tiempos. Otros dirigentes. Otra CUT.
Es eso, más que las supuestas restricciones legales, lo que impide a la CUT volver a la fuerza y mística que tenía previo a 1973 (2) . Tal vez por eso es que la CUT no es lo que fue, y no lo será mientras no cambie. Mientras solo sigan siendo el momiaje de izquierda no serán sino una minoría.
PD: por si se lo pregunta, estimado Lector, esta columna es muy parecida a una mía del año pasado escrita en la misma fecha. Y parecida a la del año anterior. Y, me temo, será igual a la del próximo año.
[1] No me diga que no lo dijimos antes. Aquí está la prueba:
http://blog.latercera.com/blog/mbrunet/entry/don_arturo_el_ex_presidente
[2] Los afiliados a la CUT, según cifras oficiales, eran 934.335 a 1973, la décima parte de la población nacional. Hoy, la CUT señala tener cerca de 650.000 pero las estadísticas oficiales hablan de aproximadamente solo 350.000, sobre una población de 17 millones de habitantes. La mayoría de sus afiliados son pertenecientes a la ANEF.
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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